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Santa Fe

“El fútbol argentino está infectado”

El periodista de SOL 91.5, Enrique Cruz, hizo un análisis de la crisis profunda que vive hoy el fútbol argentino.

Tinelli hoy al mando de la Superliga, y Tapia comanda la AFA

El necesario punto de partida es que no hay un solo dirigente, en el fútbol argentino, que trascienda las barreras de sus propios clubes. Ni siquiera lo es Tapia, presidente de la Afa y hoy con máximo poder por este desaguisado de haber borrado con el codo lo que hace tres o cuatro años se escribió con la mano y que presentaron —me refiero a la creación de la Superliga— como el logro máximo que iba a cambiar para siempre las estructuras, la seriedad de las instituciones y la economía de los clubes.

Tampoco lo es Tinelli, que salió a cruzar la decisión que tomó D’Onofrio de no presentar al equipo en el partido con Atlético Tucumán. Y que además, a través de estos “restos mortales” de Superliga, amenaza con aplicar el reglamento y quitarle puntos. Justamente, un fútbol argentino que a los reglamentos los ignora o no los respeta, modificándolos en medio de un campeonato (recordar lo que pasó con el cambio de la cantidad de ascensos a la B Nacional y ahora con esta intriga con la cantidad de descensos).

Leer más: ¿Qué sanción podría recibir River por no presentarse a jugar con Atlético Tucumán?

Dicho esto, pasemos a lo otro. El fútbol argentino también está infectado porque sale Marchi a afirmar que debe jugarse la fecha, este viernes al mediodía, y casi todos los jugadores y entrenadores (con los de River a la cabeza y con Maradona en amplio apoyo, por nombrar algunos) coinciden en que el fútbol debe pararse. Como siempre ocurre con Marchi, la pregunta es: ¿a quién representa?… Si para muestra vale un botón, habría que retrotraernos a lo que pasó en Santa Fe en aquél partido con Atlético de Rafaela, cuando él les prometió a los jugadores algo que luego no se cumplió: que el partido se iba a disputar. Y le dio un empujoncito a Colón hacia el descenso.

Los dirigentes del fútbol no siguen ni los lineamientos del fútbol mundial ni tampoco los del gobierno. Los entes que gobiernan el fútbol han suspendido torneos internacionales; y en la mayoría de los países (es cierto, con mayores riesgos actuales) se tomó la misma medida, porque la línea que se baja es esa. Y respecto de lo que dictan los gobiernos, la pregunta es: si en los distintos municipios de ordena o se sugiere que no haya actividades que reúnan a más de 50 personas, cerrando museos, boliches, etcétera, ¿qué tiene de distinto el fútbol?

Ocurre que el show debe continuar, el fútbol distrae y hay 12 partidos para televisar. La cancha vacía se puede tolerar cuando existe una sanción, cuando dentro de la normalidad hay un ilícito que merece una pena, pero no cuando hay una situación de fuerza mayor como la actual, con el natural impedimento de la aglomeración de gente. Fútbol sin gente no se debe tolerar, quita su escencia. Pero por lo visto, no es algo que a los dirigentes les interese.
Por último, hay una cuestión que tiene que ver con la psiquis, con una situación de temor colectivo por algo que puede pasar y de lo que nadie está exento. No están dadas las circunstancias para los jugadores, para los técnicos, para los árbitros, para los que van a la cancha y para los que se juntan en un bar a ver un partido porque no tienen para pagar el codificado. Conclusión: no se dan las circunstancias naturales para disfrutar de un partido de fútbol, que es, en definitiva, un espectáculo. Se debió suspender y esperar que las circunstancias sean normales.

Enrique Cruz

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