Crecida del río Paraná y el impacto de El Niño en Santa Fe
La crecida del Paraná sigue siendo monitoreada por los diferentes organismos hídricos dada su gran magnitud esperable para las próximas semanas. En esta cuestión, el último reporte operativo de sala diario emitido por el Instituto Nacional del Agua (INA) anticipa que el nivel de alerta del Paraná en el Puerto de Santa Fe podrá ser alcanzado desde el 20 de noviembre con mayor probabilidad.
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Ante este panorama, Juan Borus del INA dialogó con Sol Play, planteó la importancia de monitorear las defensas hídricas y reestablecer cuáles son los niveles de alerta y de evacuación, y que acciones debe tomar Prefectura y el municipio en cada caso. Además, indicó que “hay incertidumbre en relación a dónde y cómo impactará el fenómeno de El Niño en Santa Fe y la región”.
“Nivel de alerta es lo que institucionalmente está establecido en cada sección del río, en el caso del Puerto de Santa Fe es 5.30 metros”, indicó y consideró: “Los niveles de alerta y de evacuación en breve habrá que replantearlos y reanalizarlos, qué significa una cosa y qué significa otra, y qué acciones se toman por parte de Prefectura y del municipio en cada caso”.
En esta línea, Borus agregó que “el municipio tiene que tener una presencia importante en la definición de esos niveles porque es el que se encarga de atener a la gente que vive en zonas bajas” y ejemplificó: “Los cuatros años que tuvimos de niveles bajos en Santa Fe capital han hecho que haya más gente más cerca del río y eso ha hecho que sea más susceptible de ser inundado y es un problema que tiene que tener relación con el nivel de alerta”.
“Los niveles de alerta no tienen la misma significación que cuando se los establecieron”, insistió y continuó: “Además habiendo defensas tiene que haber un seguimiento muy cercano que haga que estemos seguros de que están siendo cuidadas. Las defensas en general necesitan mantenimiento y eso es muy importante al recibir una onda de crecida que pueda complicar todo”.
Borus se refirió al contexto de incertidumbre en relación a cómo y dónde serán los efectos de El Niño en Santa Fe y la región. “Es difícil ser muy preciso”, dijo y justificó: “Cuando el Niño se lo declaró oficialmente en agosto con las primeras lluvias, la composición del lugar que nos hacíamos es que teníamos algunas certezas y mucha incertidumbre. La certeza era que la atmosfera ya se había acoplado, que iba a ser duradero, moderado y eventualmente fuerte. Esas tres definiciones estuvieron desde el principio y persisten. Lo que no está claro para nada es dónde se produce y cuál va a ser el impacto”.
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Sobre el pronóstico de lluvias intensas en la región, Borus indicó: “En principio si la humedad está disponible en toda la atmosfera regional y estamos ante un Niño que la activa, la posibilidad de tener con mucha frecuencia eventos como el que se va a dar ahora va a ser frecuente en lo que falta de la primavera”.
