El Barcelona goleó 3-0 a Las Palmas en un partido atípico. Debido a la actualidad catalana de querer independizarse del resto de España, el partido se jugó sin público.
Cantalunya es un hervidero por el voto del referéndum para separarse del resto de España. Ésto afecta, obviamente, en todos los aspectos a aquella región que está viviendo tiempos convulsionados.
En el medio de todo ésto se debió jugar un partido de fútbol en un Camp Nou vacío, debido a que algunos dirigentes lo consideraron como una medida apropiada para protestar contra todo lo que está ocurriendo. Mientras, otros directivos del Barça renunciaron porque no vieron apropiado que se jugara el partido siquiera.
En cuanto a lo que fue el juego, Barcelona recibió a Las Palmas que como nunca lo habían hecho antes lucieron en su camiseta una bandera de España. Muchos catalanes tomaron ésto como una provocación. Pero los blaugranas, “el ejército simbólico y desarmado de Cataluña”, como lo calificó el escritor Manuel Vázquez Montalbán en su libro ‘El delantero centro fue asesinado al atardecer’ de 1988, despachó al equipo de Gran Canaria con un contundente 3-0.
Sergio Busquets abrió la cuenta y Lionel Messi se encargó de ampliar dos veces más con dos golazos, uno gambeteando y dejando en suelo al arquero argentino Chichizola. Fue una función incompleta debido a la falta de público que atestigüe de manera presencial la magia del astro argentino que llega afilado para los compromisos con la selección.
