El uruguayo Waldemar Victorino dialogó con SOL 91.5 contando su paso por el Sabalero en el año 1985 haciendo referencia a las figuras que integraban el equipo que no consiguió el objetivo de ascender.
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Victorino, el 9 consagrado que llegó a Colón
Waldemar Victorino es uno de los delanteros más consagrados de la historia uruguaya: fue campeón del mundo con Nacional en 1980 y campeón del Mundialito con la selección charrúa. Además, fue goleador del torneo uruguayo, goleador de la Copa Libertadores, goleador del Mundialito y mejor jugador y goleador de la Intercontinental que Nacional obtuvo luego de derrotar al Nottingham Forest de Inglaterra por 1 a 0 con gol del propio Victoriano.
Llegó a Santa Fe en 1985 para integrar un equipo de grandes figuras en Colón. Sin embargo, el objetivo del ascenso a primera división no llegó.
“Muchas veces no se entrenaba bien o como yo estaba acostumbrado jugando en Europa. Por eso que Colón no ascendió, pero teníamos un equipazo”, dijo y disparó: “Los entrenadores dejaban hacer demasiado a los jugadores y era por eso que Colón no progresaba. Teníamos que haber salido campeones de punta a punta. Había figuras de enorme capacidad”.
“Los jugadores se la creían mucho pero no la ponían al servicio del equipo en cada partido que se jugaba. En el fútbol ganás un partido, festejás y al segundo día tenés que empezar a trabajar para el próximo partido. Ganábamos un partido, nos la creíamos y caíamos derrotados. Ahí fue cuando el equipo empezó a venirse abajo y terminamos donde terminamos. Con el nombre pensábamos que éramos campeones, pero la vida nos demostró otra cosa”, afirmó.
“Para mí fue algo muy importante”, precisó en cuanto a su estadía en el Sabalero. “Una ciudad a la que quiero mucho porque me trataron muy bien. El argentino es una persona de bien porque el trato ha sido muy bueno conmigo”, agregó.
