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Informe de Diego Vergara sobre las novedades del básquet – SOL 91.5
Durante los dos primeros días de enero, el básquet trajo más noticias que cualquier otro deporte. Además de lo cotidiano que ofrece la NBA y sus argentinos dentro de ella, el juego de las estrellas que se viene en Mar del Plata, el regreso del Torneo Federal, se suman dos informaciones que me parecen oportunas tener en cuenta.
Por un lado, Unión no descansa en su objetivo de jerarquizar el baloncesto de su institución. A diferencia del resto, no descansa en laureles y quiere reclutar. El tate ganó en 4 categorías de las 5 en disputa del torneo oficial, el más importante a nivel asociativo.
No es casualidad, fue un laburo desde hace años, que encabeza un grupo de trabajo que tuvo como principal meta, tener sus propios valores desde temprana edad para alimentar las categorías formativas a futuro y a la primera división local.
La actividad es gratuita, se le dará de comer durante los tres días y tendrán alojamiento los que lleguen desde el interior de la capital.
Es una actividad muy interesante, a la vez importante para la región. Prepotencia de laburo, o como se llame, en Unión se hacen las cosas de manera distinta, después se discutirá si el resultado es bueno o malo, sin embargo, nadie puede reprochar que no se hace nada. Unión es parte de la asociación, es parte de Santa Fe y aporta estas ideas.
Lo que si, entiendo que saldrán a decir que Unión roba jugadores y que siembra esa costumbre de tentar a todo jugador que ande dando vuelta. Lo han hecho desde jugadores, hasta entrenadores. No hace falta que de mas ejemplos, pero quiero aclarar que con ese tipo de prácticas no estoy de acuerdo. En todo caso, cumplir con las formalidades de consultar primero, entiendo que hablando la gente se entiende mejor y no convenciendo con discursos, por más creíbles que sean. En Unión, hay algunos que implementan ese tipo de prácticas, y ojala no lo hagan más, porque creo que el hilo es fino, la intención debe ser buena, pero no es necesario llegar a tanto.
Pese a este detalle que no quiero dejar pasar por alto, entiendo que lo que hace Unión es muy inteligente y tienen con que, entonces, bienvenido sea para el básquet de la ciudad y me agrada saber que se puede. Los que no lo hacen, sabrán como empezar con la máquina de criticar, aunque prefiero primero, pensar que podrán hacer algo mejor o similar.
Por lo pronto, categorías 94 a la 98, el lunes 7 comienza este campus de reclutamiento con un buen plan de trabajo y la participación de jugadores, cuerpo técnico y dirigentes de la Liga Federal.
Oberto, no Jesús, es el Fabri
“No puedo volver a jugar”, tiró Oberto hace un par de años. Se dedicó a la radio, haciendo bromas con sus amigos vinculados al básquet, ex compañeros de la generación dorada del básquet argentino.
La noticia que no podía jugar más nos golpeó a todos. Había un sueño pendiente que era despedirse de la generación, tampoco pudo. Empezó con otros negocios, un vino especial, otra vez la radio, museo del básquet y otros proyectos. Ninguno que tenga que ver con la dirección técnica. Atenas le hizo un ofrecimiento, y otra vez dijo que no, aunque algunos aseguran que no hubo acuerdo con Felipe Lábaque, presidente del equipo griego.
Paso el tiempo, ¿y Fabricio donde está? De golpe, navidad, año nuevo, y luego de una reunión en la casa de los Lábaque, el dirigente tiró: “arreglamos todo, el Fabri vuelve”.
Horas después, el agente de prensa de Atenas convocó a conferencia de prensa. Fue la bomba del verano, hasta fue capaz de tapar a llegada de Kanté, le extranjero que será compañero del hombre nacido en Las Varillas.
Hasta allí, felicidad por la Liga Nacional, por nuestro básquet. Porque verlo a Oberto en la Argentina será una felicidad enorme y con su presencia: público que de alguna manera, sumará al pobre y desnutrido número de aficionados que se bancan partidos con gimnasios acalorados en la Liga menos marketinada que nunca antes se ha visto, por obra y gracia de una AdC contaminada, que lejos está del camino que pergeño Najnudel.
Pero de vuelta a lo de Oberto, que esa alegría no nos tape el problema de fondo. Yo no confío en que la medicina, la ciencia, o el mismísimo cardiólogo le hayan dado todo el consentimiento para que vuelva a jugar al básquet. El corazón ya lo paró dos veces y me preocupa que el golpe mediático quede en eso, en que vuelve Oberto y todos felices.
Por lo pronto, empezará a jugar en febrero, una medida excelente y cuidadosa.
Repito, me alegra su vuelta, ¿pero como estará ese corazón?
