Piden indagar a directivos de Aguas Santafesinas por verter efluentes cloacales sin tratar
El fiscal rosarino, Claudio Kishimoto, solicitó indagar a seis directivos de Aguas Santafesinas (ASSA) por presunto vertido de efluentes cloacales “sin tratamiento alguno” en las aguas del río Paraná. Se piden las declaraciones de cinco directores y un gerente de la compañía.
La solicitud fue presentada ante el juez federal, Vera Marcos, señalando que existe “motivo bastante” para presumir que la empresa de provisión de agua potable y desagües cloacales ha “contaminado de un modo peligroso para la salud, el suelo y el agua, volcando efluentes cloacales e industriales sin previo tratamiento”.
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Pericias oficiales presentadas por el fiscal señalan que los efluentes mencionados presentan alto contenido de Escherichia coli. Se indicó que el volumen aproximado de los vertidos alcanza los 350 millones de litros diarios, contaminando así el cauce del río Paraná desde la planta de Recepción Emisario Sur, ubicada en Rosario.
La investigación penal comenzó en 2018 tras una denuncia presentada por la Asociación Civil Cuenca Río Paraná, que luego se constituyó como querellante en la causa. “La falta de tratamiento en estos vertidos es inobjetable porque no existe una planta de tratamiento a pesar de que hace décadas se viene proyectando“, le contó a Télam el abogado de la querella, Fabian Maggi.
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Maggi también explicó que lo encontrado en las aguas son metales pesados como el níquel y la ya mencionada Escherichia coli, remarcó que “ambos tipos de residuos contaminantes están por encima de los parámetros legales”, y resaltó que se pone en infracción la Ley 24.051 de Residuos Peligrosos.
“El material probatorio recabado por la Prefectura Naval Argentina y la Policía Federal, encargados de tomar las muestras y hacer los análisis de laboratorio de la causa penal y las recolectadas en la causa civil es abrumador”, sentenció el abogado, y recordó que “Hay una ley del Poder Ejecutivo (número 2.797) de 1891 que indica la necesidad y obligación de dar saneamiento a los efluentes cloacales antes de volcarlos a un río de jurisdicción nacional como es el Paraná, por lo que desde hace más de un siglo no se cumple“.
Por último, manifestó que la situación “refleja los niveles de desidia y de bajo cumplimiento de las leyes que protegen el medioambiente”.
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