En una polémica y cruel idea para una propaganda política dos militantes pintaron un perro de verde, representando los colores de dirigentes políticos del lugar.
El hecho ocurrió en la zona de Villa Amalia en Tucumán, los hombres llevan las remeras con los nombres “Sarita Assan” y “Carlos Assan”. Son padre e hija, Sarita se desempeña como legisladora y busca la reelección, Carlos es secretario de Saneamiento y de Espacios Públicos del Poder Ejecutivo y busca volver a la Cámara.
En el video que se hizo viral, se lo puede oír a uno de los hombres “Macaco, Macaco, vení. Píntale un poquito más las patitas“, mientras sus compañeros pintan al perro. Un vecino qué pasa repudia la situación, a lo que la misma persona que graba el video responde: “Denúnciame con protección de animales“.
Tras la viralización del video Sarita Assan afirmó que ella también repudiaba y condenaba el actuar de los militantes, e indicó que puso a disposición un servicio veterinario para que asistiera el perro. Después, posteó un video junto al animal, ya atendido, y su dueño. Además, anunció que tomó cartas en el asunto y separó de su equipo a quienes pintaron al perro: “Reiteramos nuestro rechazo a cualquier forma de violencia y abuso contra los más indefensos“, comentó.
No existe ninguna denuncia contra las personas del video, por mas que claramente existe una violación de la Ley 14.346 de Protección de los animales contra actos de crueldad.
¿Por qué pintar un animal es un acto de crueldad?
Ningún animal tiene el deseo natural de ser teñido, perforado, tatuado, mutilado o modificado en ninguna otra manera para apelar a la caprichosa estética del humano. Las pinturas pueden producir quemaduras químicas, intoxicación, cegueras, y alegrías. Además, trastorna la capacidad del animal para relacionarse con los de su misma especie.
Fuente: Noticias Ambientales/Infobae.
