La medida obligará a que desde el martes los tamberos de todas las cuencas lecheras que se sumen a la protesta deban tirar la leche como consecuencia de que en los tambos no hay capacidad de almacenamiento para más de dos días, en el mejor de los casos, y al estar bloqueados los accesos a las industrias, éstas no enviarán a los camiones a recoger la materia prima.
Con la medida se pretende que se comiencen a dar señales claras de una revisión de la situación en la que se encuentran los tamberos, sometidos a un creciente aumento de costos y con sus precios congelados desde el año pasado, o en baja, como sucedió durante algunos meses de este año, pero también llegar a la reunión prevista para el próximo martes, con funcionarios de los ministerios de Agricultura y de Economía de la Nación, con la presión de un fuerte conflicto instalado y en crecimiento y con la amenaza del desabastecimiento de productos lácteos, para conseguir una rápida respuesta a la demanda de rentabilidad para el sector.
Cabe recordar que en la reunión con el ministro Norberto Yauhar, el secretario de Relaciones Institucionales ministeriales, Haroldo Lebed; y el subsecretario de Lechería, Jorge Videla, los representantes tamberos de las distintas Mesas y organizaciones que los nuclean plantearon la urgencia por conseguir un mínimo de 1,71 pesos por litro, pero van por los 2 pesos que, consideran, deben cobrar para salvar los costos y tener un mínimo de rentabilidad.
Por su parte, la industria, que en promedio paga 1,50 pesos por litro, sostiene que no está dispuesta a un aumento en el valor de la materia prima, debido al incremento de sus propios costos y a la caída del precio internacional de la leche. De hecho, los industriales pymes no acataron la decisión de las principales industrias del sector -nucleadas en el Centro de la Industria Láctea- de retrotraer los precios a mayo y evitar nuevas bajas.
Así las cosas, desde la cartera de Agricultura se propone a los tamberos, por un lado, la necesidad de más leche porque se están abriendo mercados, aunque actualmente los precios limiten las condiciones de producción y, por otro, llevar a cabo un análisis de la rentabilidad de todos los eslabones de la cadena láctea (en particular la de la comercialización) para determinar en qué lugar está el exceso de renta y destinarlo, a través de compensaciones a la recomposición del precio de la leche que reciben los tamberos. Otro mecanismo de compensación podría ser una disminución en el IVA de las exportaciones.
FUENTE: El Litoral