Temporada de premios
En el mes de enero comenzaron a realizarse las principales ceremonias de premiación que celebran las producciones audiovisuales más destacadas del 2022. En ese sentido, en vísperas de la 95° Entrega de los Premios de la Academia, conocidos como los Oscar, los principales títulos nominados han comenzado a circular en las salas de cine de Argentina.
La histórica sala del Cine América, perteneciente al Cine Club Santa Fe renueva su cartelera nuevamente y suma algunos títulos que forman parte de la carrera por el Oscar a Mejor Película. Semanas atrás, con el estreno de películas como Los Fabelman, de Steven Spielberg, o Los Espíritus de la Isla, de Martin McDonagh, el público santafesino acudió con gran entusiasmo al cine. Ahora, es el turno de Tár, la tercera película de Todd Field.
El estreno original de esta película fue en 2022, en el marco del 79° Festival Internacional de Cine de Venecia, donde la talentosa actriz Cate Blanchett recibió la Copa Volpi como Mejor Actriz por su interpretación de la personaje titular, Lydia Tár.
Posteriormente, y a pesar de su distribución limitada dentro y fuera de los Estados Unidos, Tár fue seleccionada como Mejor Film del Año por el Círculo de Críticos de Nueva York, la Asociación de Críticos de Los Angeles, y la Sociedad Nacional de Críticos Cinematográficos, convirtiéndose en la séptima película en la historia en alcanzar este “tríptico” de galardones.
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Además, Blanchett ganó el Globo de Oro como Mejor Actriz en una Película Dramática, y el premio a Mejor Actriz en la 28° ceremonia de los Critics Choice Awards. Tár acumuló 6 nominaciones a los Premios Oscar: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actriz, Mejor Guion Original, Mejor Fotografía y Mejor Edición.
Sublimar al artista
Si tuviéramos que encasillar a Tár dentro de géneros específicos, podríamos decir que es una película dramática con tintes de thriller psicológico. Se trata de una ficción que gira en torno al personaje de Lydia Tár (Cate Blanchett), una célebre conductora de orquesta que, luego de su paso por la Filarmónica de Nueva York, alcanza la cima de su carrera convirtiéndose en la primera conductora mujer de la Filarmónica de Berlín, lugar donde transcurre la película. Su trayectoria artística se encuentra en un punto clave, en vísperas de la grabación en vivo de la Quinta Sinfonía de Mahler. Así, en la cúspide de su carrera, se enfrentará al desastre.
La película es un interesante ejemplo de cómo los diversos elementos audiovisuales (edición de sonido y fotografía) pueden ayudar a construir el complejo retrato de un personaje. Hallamos a Tár en un delicado límite entre la consagración y la polémica, entre el éxito y el rechazo del público. La filosofía profesional de la directora nos aporta los primeros indicios de uno de los principales ejes temáticos de la película: la sublimación artística. Durante la realización de una masterclass en la Escuela Julliard, Tár entabla una discusión con un joven estudiante que se siente “ofendido” por tener que interpretar determinadas piezas musicales, a causa de algunos datos biográficos de sus compositores. La respuesta de la veterana es que, a la hora de interpretar grandes y complejas composiciones, quien conduce debe alejarse lo más posible de sus propias ideas o creencias, “sublimarse a sí mismo” y entregarse por completo a la obra en cuestión. Esta escena terminará siendo un momento crucial de la trama.
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Tár trabaja tópicos como la “cultura de la cancelación”, la responsabilidad artística y la obsesión por mantener el control en ámbitos de alta competitividad profesional. Sin embargo, por la forma en la que está construido el personaje de Tár, difícilmente podríamos hablar de una “víctima de las circunstancias”, ella utiliza y hasta abusa de los beneficios de su puesto, convirtiéndola en una figura de poder compleja y hasta abusiva. El personaje de Blanchett navega el ámbito de sus propias decisiones permanentemente, aunque las consecuencias de sus acciones llegarán de forma inesperada y producirán situaciones que no podrán ser controladas ni evitadas. Finalmente, esa responsabilidad artística es un regreso a los orígenes, una forma de concebir el arte, donde el autor se “sublima” ante el acto creativo.
Cultura de la cancelación: Críticas y posturas
Posterior a su estreno, la película cosechó cierta polémica y alguna que otra mirada negativa. La directora y compositora Marin Alsop se manifestó abiertamente en contra de la película de Field, al sentirse aludida por la trama: “Muchos aspectos superficiales de Tár parecían alinearse con mi propia vida persona. Tener la oportunidad de interpretar a una mujer en ese papel y hacerla una abusadora. Para mí fue doloroso”, señaló. Alsop llegó a tildar a Tár de “película antimujeres”.
Como respuesta, Todd Field, director de la película, opinó: “Creo que está bastante claro que en los tiempos en los que vivimos, la lente del gran hombre blanco es un prisma bastante bien visto. Creo que, al mirar a través de ese prisma, hay muchos valores predeterminados muy simples en términos de cómo examinamos ciertas ideas y miramos otras y, potencialmente, tenemos una conversación que suele ser limitada. Quería hablar sobre el poder y las estructuras, que son los conductos que existen para el poder -en este caso en una especie de templo del arte- y observar el poder en sí mismo e intentar ir más allá de esa señal de ‘stop’ en términos de clasificaciones como hombre, mujer o lo que sea”.
Por su parte, la actriz Cate Blanchett brindó recientemente una entrevista donde defendió su postura de que el comportamiento de un artista no debería impedir la valoración de su obra. “Si no lees libros antiguos que son un poco ofensivos por lo que dicen en un contexto histórico, entonces nunca lidiarás con las mentes de la época y estaremos destinados a repetir esas cosas”, señaló.
Crítica de Hernán Ceccato
