Partenogénesis: Sin machos las cóndores logran poner huevos
Por Marcos Molina
Recientemente los científicos han descubierto una característica sorpréndete sobre los cóndores de California. Es la especie de ave de más grande de Estados Unidos, logrando llegar a medir hasta 1,15-1,40 metros de altura, 3 metros de envergadura y pesan hasta 10 kg los machos y 9 kg las hembras.
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Oliver Ryder, director de genética de conservación de San Diego Zoo Wildlife Alliance y su compañero descubrieron que las hembras pueden reproducirse sin un compañero masculino, en un raro fenómeno conocido como partenogénesis.
Ryder describió el momento como un “momento eureka: muchos científicos tienen experiencias como esta cuando ven el mundo de una manera que no habían visto antes”.
Los cóndores californianos son seres muy misteriosos para los expertos incluso hoy en día por lo que a la científica la “complació mucho descubrir algo que era un enigma“.
Son animales en peligro de extinción por la intensa caza del siglo pasado en Europa y América. Al igual que los cóndores andinos de Argentina fueron víctimas de envenenamiento por plomo.
La población de los cóndores de California disminuyó de manera constante hasta que solo quedaron 22 en 1982, pero un programa de recuperación liderado por el gobierno estadounidense ha logrado que los animales escapen de la extinción.
¿Cómo se descubrió el fenómeno?
El descubrimiento comienza en 1980, cuando los encargados del zoológico de San Diego utilizaban pruebas de ADN para determinar el sexo de los pocos cóndores que había en ese entonces, los mismos terminaron en un cautiverio para resguardarlos e intentar que se reproduzcan.
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Los conservacionistas continuaron usando pruebas de ADN para evitar juntar a los animales del mismo grupo familiar. Ryder explicó que su equipo decidió realizar un análisis genético completo de la población, más de 900 aves, utilizando muestras de los cóndores recolectadas en los últimos años. Esto incluía sangre, membrana de la cáscara de huevo, tejido de aves fallecidas y plumas.
Al terminar los estudios descubrieron que había dos polluelos que no compartían el material genético del presunto padre, el único macho en el recinto que estaba con el cóndor hembra que puso los huevos.
Los resultados fueron confirmados por múltiples muestras, por lo que los científicos confiaban en que no se trataba de un error.
Ryder recuerda la conversación con su colega sobre los casos extraños. Se le puso la piel de gallina cuando se dio cuenta de que los cóndores se habían reproducido a través de la partenogénesis, una forma de reproducción en la que un óvulo puede convertirse en un embrión sin ser fertilizado por un espermatozoide. La partenogénesis se deriva de las palabras griegas para “nacimiento virginal” y se sabe que varias especies de insectos, incluidos pulgones, abejas y hormigas, se reproducen a través del proceso, aunque el fenómeno es raro en las aves.
El genetista reveló que aún no se sabe cuán inusual es este tipo de reproducción en el mundo natural, porque no se ha realizado un análisis genético detallado de grandes poblaciones.
“Piénselo: los casos en los que sí lo sabemos, es abrumadoramente donde los animales se manejan de una manera en que las hembras no tienen acceso a los machos. Fue solo porque teníamos estos perfiles genéticos detallados del cóndor que se desarrollaron en respuesta a la necesidad de gestionar la diversidad genérica que descubrimos esto “.
De todas formas, explicó: “la idea de que se trata de “nacimientos vírgenes” es incorrecta, las hembras que se reproducían de esta manera habían tenido previamente muchos polluelos a través de la reproducción sexual. Y los pájaros no dan a luz; ponen huevos que eclosionan”.
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A pesar de esta rara capacidad los cóndores todavía se consideran una especie amenazada y no está claro qué significará la reproducción en solitario en términos de ayudar con los esfuerzos de conservación. Los cóndores pueden vivir hasta los 50 años, pero ambos polluelos machos nacidos de reproducción asexual eran relativamente pequeños y murieron antes de alcanzar la madurez sexual, a los 1,9 y 7,9 años.
El experto ahora tiene en la mira estudiar las muestras de cóndores de california en los museos nacionales e internacionales, estudiar su ADN para tratar de resolver la pregunta sobe que tan común es la partenogénesis en el animal.
Con información de Guardian
