Violenta entradera a la vivienda del Droopy Gómez
La familia del ex jugador de Unión, Rodrigo “Droopy” Gómez, sufrió una violenta entradera el pasado viernes por la madrugada cuando delincuentes armados ingresaron a su domicilio ubicado en la localidad de Arroyo Leyes. La esposa, la suegra y los hijos del futbolista fueron golpeados, maniatados. Les robaron dinero y se llevaron el perro en una camioneta de la familia que fue recuperada en las horas posteriores al robo.
La esposa de “Droopy” Gómez, Erika, dialogó este martes con Sol Play 91.5 y contó: “La verdad es que ahora estoy cayendo con lo que nos pasó. Fue horrible y cuando cae la noche vuelve el miedo. Mi hijo más chico tiene crisis, llora porque tiene miedo y dormimos en un cuarto encerrados con llave. Tenemos un patrullero en la puerta y todavía no podemos dormir tranquilos porque fue muy violento“.
“Todos tenían armas y estamos seguros de que eran cuatro personas porque creemos que había una campana. En el momento que estoy dada vuelta, atada, amordazada con mis hijos, logré ver que pasa la sirena de la patrulla, ellos apagan la luz y la patrulla se va“, relató.
En la misma línea, señaló que hasta el momento “hay un detenido” por el hecho y que le devolvieron la camioneta: “Creemos que sabían de quién era la casa porque tengo fotos de Rodrigo con la camiseta de Unión y con camisetas de otros clubes. Mi sensación es que alguien nos entregó porque ellos me lo dicen mientras me pedían dólares. Nos ataban con ropa, con cordones de buzo“.
“Se manejaron con una tranquilidad que asombra, no se desesperaron, fue con total violencia. No sabían sacar el freno de mano de la camioneta, volvieron y me dijeron ‘si no puedo llevarme la camioneta le doy un tiro a tu nene’“.
Sobre el intento desesperado por buscar a la mascota, Erija dijo: “Lo único que sé es que mis hijos lloran todos los días, no solamente por la mierda que pudieron pasar. Me insultaron y me dijeron ‘me llevo el perro para que tus hijos sufran’. Hay mucha gente buena en Santa Fe y sé que lo voy a recuperar“.
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“Se lo prometí a mis hijos para darles un cariño al alma. A mis hijos ya los destrozaron. El perro es parte de la familia, es muy duro para nosotros. No podemos pasar el hecho porque estamos constantemente sufriendo y pensando si está bien. Sería una esperanza“, aseguró y afirmó: “Les tengo que dar seguridad a mis hijos de que no les va a volver a pasar. Yo les dije que voy a buscar a panchito por todos lados“.
“Ellos me decían que venían por el dinero porque ellos me dijeron que sabían que tenía. Yo tenía dinero, pero no la cantidad que me pedían. Venían en busca de dinero porque no me sacaron otras cosas“, sostuvo.
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Finalmente, la mujer se refirió a cómo lograron desatarse: “Yo estaba tan atada que no podía salir, grité y no me escuchaba nadie. El más chiquito fue el más valiente que se paró y miró por la ventana para ver si se habían ido. Fuimos todos un equipo para desatarnos, fue terrible. Miró para afuera, no veía y volvió a acostarse porque lo habían puesto boca abajo. Bajé y cuando vi que no estaban nos desatamos con lo que puiños, el compañero de mi nene nos desató con un cuchillo“.
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