En vísperas del décimo aniversario de la Ley 26.743, a lo largo de todo el país se llevaron a cabo diversas actividades protagonizadas por agrupaciones y organizaciones LGBTI+. Este domingo, en Buenos Aires, la Plaza de los Dos Congresos fue el escenario de un multitudinario encuentro, que sirvió como celebración por un nuevo aniversario de la Ley de Identidad de Género, pero también como una forma de recordar que la lucha continúa, y que aún quedan derechos por conquistar.
En comunicados oficiales, las agrupaciones autoconvocadas sostuvieron en sintonía que “una reparación integral” conforma en la actualidad la principal deuda con la población travesti/trans, un sector de la sociedad acosado históricamente por todo el peso de los años de criminalización.
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Otra forma de pensar
En diálogo con la prensa, Emiliano Litardo, redactor del proyecto que culminó en la normativa, señaló que la Ley de Identidad de Género instaló a nivel mundial “otra forma de pensar y gestionar el derecho a la identidad de género que no estaba asociada a control judicial o biomédico”.
El abogado y referente de Abogados por los Derechos Sexuales (Abosex) señaló que la normativa obligó a dejar atrás el “modelo psicopatologizador” para asumir uno “centrado en la autonomía para expresar su género sentido y afirmarlo en una dimensión registral, corporal y de trato digno; tres dimensiones que se conectan pero que no se condicionan”.
El proceso legal para convertir el proyecto en ley efectiva comenzó el 1 de diciembre de 2011, cuando se lo trató y aprobó en la Cámara de Diputados de la Nación con un total de 167 votos favorables, 17 en contra y 7 abstenciones.
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Después de 6 meses de espera para que la iniciativa llegue al Senado, finalmente el 9 de mayo de 2021 la ley fue aprobada. De esta forma, la Ley 26.743 “garantiza a todas las personas una serie de derechos que se relacionan con la noción de identidad de género”.
La página del gobierno nacional brinda información pertinente sobre la Ley de Identidad de Género; según el portal se trata de “la percepción que cada persona tiene de sí misma, sin importar el sexo con el cual se fue anotado al momento del nacimiento”. Uno de los derechos que otorga la ley es el de “la posibilidad de modificar los datos personales en el Registro Civil, ya sea el nombre, la imagen o el sexo registrado”.
El trámite en el Registro Civil es libre, gratuito y no requiere de la participación ni de gestores ni de abogados. Basta con acudir a la entidad en la que se encuentra anotada la persona en cuestión y solicitar el inicio del trámite.
