Viruela de mono
“Se trata de un virus que no es nuevo y se detectaron los primeros casos en monos en la década del 50. El primer caso humano se detectó en 1970 en África. Si bien se lo llama viruela de mono es un virus que circula naturalmente en una cantidad de roedores y mamíferos pequeños y que es endémico en la zona central y oeste de África”, dijo el virólogo.
“En África es un virus endémico, es decir, que circula y ocasionalmente produce infecciones humanas a partir del contacto con animales infectados o con tejidos o secreciones de animales infectados. Por ejemplo, el consumo de carne de algunos de estos animales infectados puede derivar en una infección humana”, explicó en relación a la forma de contagio y agregó: “La novedad ahora es que el virus se ha expandido, ha salido de África, y lo que se está viendo es que hay transmisión interurbana sin que medie ningún animal de por medio”.
“El virus ha adquirido una mayor capacidad de transmisión interhumana. ¿Cómo se contagia? Se contagia por contacto con las lesiones que produce en la piel“, aseguró.
En caso de observar lesiones en la piel de estas características, Claus recomendó: “Hay que recurrir a la consulta médica y el médico indicará cuáles son los análisis que hay que hacer para hacer un diagnostico preciso. Además, hay que aislarse y no manipularse uno solo esas lesiones que eventualmente podrían aparecer”.
Para cerrar, el virólogo dijo: “La cantidad de muertos en función de la cantidad de casos es del 3%. Es significativa, pero es mucho más baja que la clásica de la viruela humana que podía llegar hasta el 30%”.
¿Cuáles son los síntomas de la viruela de mono?
Los síntomas de la viruela del mono generalmente incluyen fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, dolor de espalda, poca energía, ganglios linfáticos inflamados y erupciones o lesiones en la piel.
Los síntomas suelen durar entre dos y cuatro semanas y desaparecen por sí solos sin tratamiento. La erupción generalmente comienza dentro de uno a tres días del comienzo de la fiebre. Las lesiones pueden ser planas o ligeramente elevadas, llenas de líquido transparente o amarillento, y luego pueden formar costras, secarse y caerse.
El número de lesiones en una persona puede oscilar entre unas pocas y varios miles. La erupción tiende a concentrarse en la cara, las palmas de las manos y las plantas de los pies. También se pueden encontrar en la boca, los genitales y los ojos.
