Proyecto de ordenanza para licitar el sistema de colectivos
Este miércoles en la Estación Belgrano se presentó los alcances del Mensaje que el Ejecutivo municipal enviará al Concejo para volver a licitar el transporte público de pasajeros por colectivos.
El municipio trabajó con los datos proporcionados mensualmente por el sistema SUBE, lo producido por la Mesa de Movilidad que integran las universidades y lo arrojado por la encuesta concretada por la Municipalidad, la cual relevó información que no se produjo en los últimos diez años.
La misma se logró mediante un relevamiento domiciliario en todo el Gran Santa Fe, basado en encuestas y sondeos cualitativos con las redes de instituciones. Sobre el financiamiento del servicio, el subsistema plantea una matriz de costos y un nuevo esquema de regulación tarifario, y establece instrumentos que permitan mejorar la gestión, el control, el monitoreo y la experiencia del usuario para alcanzar confiabilidad.
Teniendo en cuenta la cantidad de kilómetros a recorrer, de unidades con que deben contar para prestar el servicio y de vueltas para confeccionar el diagrama de horarios, las empresas podrán evaluar el costo y presentar sus ofertas.
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De acuerdo a esto, la líneas están planteadas en tres grupos y la división de la ciudad en zonas, con el fin de garantizar una prestación del servicio equitativa del sistema en toda la ciudad. La red se conforma con el objetivo de que cada línea permita a las personas llegar a los principales puntos. Es importante destacar que todas las líneas podrán combinarse y habrá tarifas diferenciales.
Sobre los objetivos del proyecto, estima una regulación de los derechos y las obligaciones que tendrá la Municipalidad con las empresas que aspiren a prestar el servicio, es decir, reglas claras para la contratación y el uso del subsistema.
Se establecen especificaciones y exigencias, entre otros puntos, vinculadas a las características de las unidades, de modo que el parque móvil sea renovado: el promedio de antigüedad debe ser de cinco años y se establece un tope máximo de diez años; pero, además, las empresas que incorporen unidades cero kilómetro serán mejor puntuadas a la hora de evaluar las ofertas.
En cuanto a los coches, duramente cuestionados por el estado en el que están, deberán tener la Revisión Técnica Obligatoria anual, algo que hoy no resulta una exigencia. Y, finalmente, se requerirá a las empresas la incorporación de cámaras de seguridad y climatización en los vehículos, tanto de aire acondicionado como de calefacción.
Y puntuará mejor a las firmas que presenten una flota híbrida con energía eléctrica o a gas y se adecuen a la normativa EURO V. Cabe señalar que se exigirá un plan de gestión ambiental, de residuos y chatarrización como así también una serie de programas como el de higienización para que las unidades se mantengan siempre limpias y adecuadas, y de gestión de riesgos para identificar los factores completos y controlarlos.
Respecto del personal de conducción, se exigirá un programa de capacitación para el personal, y recibirán puntos extra quienes incorporen al personal de conducción, mujeres y personas trans.
Por otra parte, en cuanto a la vinculación con las personas usuarias, cada empresa deberá generar un sistema de información para los usuarios, con datos sobre recorridos actualizados, horarios, tarifas, horas, días y lugares de compra y carga de la tarjeta SUBE, desvíos, etc. Asimismo, se deberá contemplar la recepción de denuncias, quejas y/o comentarios sobre los servicios prestados.
En lo que refiere al control, se fiscalizará la cantidad de kilómetros, el estado del parque móvil, el desempeño de los conductores, el cumplimiento de horarios y frecuencias, la localización de las unidades mediante GPS y el monitoreo de velocidades máximas, entre otros.
