En una emotiva charla con SOL 91.5, Silvia Monzón, recordó a su papá Carlos a 26 años de su fallecimiento aquel 8 de enero de 1995 tras un accidente automovilístico. Se refirió a la relación con Diego Maradona, el cariño de la gente y el femicidio de Alicia Muñiz.
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El emotivo recuerdo de Monzón en la voz de su hija por SOL 91.5
Este 8 de enero se cumplen 26 años de la muerte de Carlos Monzón. El boxeador santafesino falleció en un accidente automovilístico con el auto Renault 19 en el que viajaba.
Fue en cercanías al paraje Los Cerrillos de la Ruta Provincial 1, al noreste de Santa Rosa de Calchines, en una de sus salidas transitorias de la cárcel de Las Flores donde cumplía la condena por el femicidio de su esposa, Alicia Muñiz.
El vehículo mordió una banquina y dio siete vuelcos antes de terminar destrozado, mientras que el púgil murió en el acto.
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Dentro del ring, para muchos fue el mejor boxeador argentino de todos los tiempos, y fuera del cuadrilátero también lo fue para su familia. Así lo aseguró Silvia Monzón, hija de Carlos, que recordó a su papá en una emotiva entrevista por SOL 91.5.
“Me gustaría ver que hoy sigo el legado que él dejó de pregonar la familia. Mi papá se llevaba las fotos de nosotros tres, la tenía en la mesita de luz a donde sea que fuera que viajaba para boxear y cuando podíamos nos íbamos todos juntos de vacaciones”, comenzó diciendo Silvia en diálogo con La Primera.
Luego, recordó aquella charla que tuvo con su papá antes del accidente. “Más que una charla fue una discusión bastante fuerte. Yo viví en Buenos Aires con él y era un poco el filtro en su vida y había mucha comunicación. Ya sabíamos cada uno lo que pensaba y sentía. Él ya estaba en Santa Fe, le faltaba poco para salir, yo ya no viajaba tanto a Santa Fe porque vivía en Buenos Aires y había cosas que no me gustaban”, reveló. “Con todo esto de Maradona me hizo recordar muchas cosas de mi papá. ¿Cómo manejás ser Maradona? ¿Cómo manejás ser Monzón?”, se preguntó.
“Yo me planté y le dije lo que pensaba y él no quería asumir ni que nadie le dijera lo que tenía que hacer ni cómo hacerlo. No me gustaba ir a Santa Fe y esperar tener que estar con él. Se lo dije y no le gustó”, contó. “Lo que rescato de eso, es que pude enfrentarlo, decirle lo pensaba. Le empezó a correr una lágrima, me abrazó, lloramos los dos juntos”, relató.
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Femicidio de Alicia Muñiz
Sobre la condena por el femicidio de Alicia Muñiz, sostuvo: “Hasta el día de hoy quedó la bandera del femicidio con el nombre de mi papá. Ahora lo estoy entendiendo, no sufro más. Son juicios de los otros. Yo me quedo con lo que yo sé”.
“Gracias a Dios en mis redes recibo más elogios, cariño y admiración que una o dos agresiones de personas que tienen una postura que la respeto, pero por suerte es muy poco”, manifestó y agregó: “Sé que lo que pasa con el monumento que me han llamado. Nunca quise violencia, siempre respeto tratando de entender al otro”.
“Soy de dar la cara siempre, de hablar, soy la voz de lo Monzón porque a mis hermanos no les gusta mucho hablar. No es fácil, pero esta nueva generación está muy convulsionada con tanta información. De a poco yo les explico a mis hijos y ellos me van enseñando a mí”, afirmó.
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El mensaje de Maradona
Además, Silvia volvió a escuchar las palabras de Diego Maradona para su papá. “Carlos Siempre fue y será uno de los hombres que hizo feliz a este país. Cuando escuché la noticia me quería morir, no lo podía entender, estaba cumpliendo su pena y le faltaba muy poco. Hubo gente que lo condenó. Estaba pagando bien y el destino quiso que le pasara lo que le pasó”, había dicho el astro argentino.
Al respecto, aseveró: “La verdad que es eso, es lo que mi papá causaba, como dice Diego, son personas que pisaban su lugar, era solo su presencia”. “El día que Diego falleció dije, se encontrarán y se darán un abrazo”, reveló.
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La herencia afectiva de Monzón
“Es lo mejor que me ha dejado mi apellido, donde voy soy bienvenida, siempre se acuerdan de mi papá. Hasta a mis hijos les pasa, ellos siguen recibiendo el afecto”, dijo Silvia. “La gente no sabe nada, pero sí nosotros tratamos de construir lo que nos pasó, 25 años de la muerte de mi papá y realmente estas lágrimas de emoción de nostalgia de todo lo que fue su torbellino su vida, hace que mi corazón este orgulloso y feliz por el apellido que tengo”, aseguró.
“Yo no la pasé bien. Tuve que trabajar mucho mi interior para sanar muchas cosas. Es el día a día, dar lo mejor para ser feliz y para el tiempo que me resta disfrutar con mis hijos, estar lo mejor posible y que vean que su mamá, a pesar de haber sufrido una desgracia, siempre voy a estar”, dijo emocionada.
“Lo mejor que puedo decir es que hoy estoy en paz en mi interior, con mi papá, estoy feliz con mi familia que logré”, concluyó.
