Un 25 de enero de 1997 fue secuestrado, torturado y asesinado cuando realizaba una cobertura de la temporada de verano para la revista Noticias. Una foto le había costado la vida.
Un 25 de enero de 1997 el mundo periodístico se sacudía por la muerte de un colega, no era una muerta más, era un asesinato. Se había encontrado el cuerpo calcinado de José Luis Cabezas, fotógrafo argentino, esposado en un auto Ford Fiesta, con dos tiros en la cabeza.
Cabezas realizaba la cobertura periodística de la temporada de verano para la revista Noticias en una fiesta de cumpleaños en la casa del empresario de correos Oscar Andreani, en Pinamar. Nada más se supo de él.
Fue un ajuste de cuentas, una venganza. Una foto le costó la vida a José Luis Cabezas. Es que el reportero gráfico había sacado la foto del momento, del empresario Alfredo Yabrán, quien fue señalado en el Congreso como “el jefe de la mafia” por Domingo Cavallo, ex ministro de Economía de Carlos Menem.
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Yabrán fue el principal investigado y sospechoso como autor intelectual del asesinato pero no llegó a ser juzgado, se suicidó en 1998. Otros involucrados, Gustavo Prellezo, Aníbal Luna y Gregorio Ríos fueron condenados a prisión perpetua pero están en libertad condicional. Otros murieron o fueron liberados.
El mundo fotográfico se unió por este caso con un solo lema, “no se olviden de Cabezas” es el pedido de justicia que milita desde siempre con las cámaras de foto en alto y señalando al cielo.
Fuente: Clarín
