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Misántropo, la nueva película de Damián Szifron, continúa en el Cine América

Cruces y paralelismos entre la última producción del cineasta argentino y algunas de las obras más reconocidas del género, permiten revelar un intento de replicar la exitosa fórmula del policial.

Misántropo en la cartelera del Cine América

La nueva película de Damián Szifron continúa en la cartelera del Cine América (25 de Mayo 3075, Santa Fe) y ya parece que será una de las películas más comentadas del 2023. Se trata del primer proyecto de habla inglesa del cineasta argentino, un drama policial que se alimenta conscientemente de algunas de las obras más reconocidas del género.

Siguiendo el camino que comenzó con la serie Los Simuladores (2002 – 2004) y la película Relato Salvajes (2014), Szifron continúa explorando el alcance de los recursos y arquetipos tradicionales del llamado “cine de género“, esta vez irrumpiendo en la industria de consumo hollywoodense con la fuerza propia de un realizador que ha visto y estudiado en profundidad el arte cinematográfico. Sin embargo, aunque la película ciertamente garantiza un viaje cautivante, el desarrollo narrativo impacta contra ciertas dificultades de las que no logra salir. Aún así, se trata de un film recomendable para disfrutar en pantalla grande.

Misántropo: el asesino está entre nosotros

La trama ocurre en la ciudad de Baltimore, y comienza en la noche de Año Nuevo. Un ataque sorpresivo cometido contra un edificio por un misterioso francotirador deja un saldo de 29 muertos y ninguna pista sobre su identidad. Una agente policial sin experiencia pero con mucha intuición (Shailene Woodley) unirá fuerzas con un agente especial del FBI (Ben Mendelsohn) para investigar e intentar atrapar al homicida.

A simple vista, la película de Szifron se muestra como un policial tradicional, tomando como referencia a clásicos del género como Harry, el Sucio, FargoZodiaco, pero a medida que nos adentramos en la trama descubrimos que el cineasta argentino mantiene similitudes con colegas como Andy Muschietti: ambos han aprendido a manipular los elementos reconocibles del cine industrial para construir una historia atrapante, efectiva y propia. El consumo cinéfilo de Szifron es claramente el combustible que le permite desarrollar una narrativa que se anima a plantear temas interesantes, como la paranoia post 9/11, la problemática estadounidense respecto al uso de armas de fuego, la corrupción policial y política, y algunas cuestiones más profundas como el devenir de la sociedad de consumo y, como indica el título en español de la película (misántropo), el odio a la sociedad como consecuencia de la marginalización.

El argentino Javier Juliá es el director de Fotografía de Misántropo, uno de los aspectos más notables del film

La trama de Misántropo parece remitir a dos casos reales de la historia norteamericana. En 1966, en inmediaciones del campus de la Universidad de Texas (Austin), un francotirador veterano de guerra de 25 años, luego identificado como Charles Whitman, disparó indiscriminadamente desde la torre del edificio principal. El tirador mató a sangre fría a 15 personas, e hirió a otras 31 antes de ser abatido por agentes de la Policía de Austin. Posteriormente, entre diciembre de 1968 y octubre de 1969, un misterioso asesino serial perturbó el orden público en el norte de California mediante truculentos asesinatos que parecían ser perpetrados al azar. Conocido como Asesino del Zodiaco, este infame personaje no dudaba en atribuirse el crédito por sus crímenes, y durante décadas se investigó el caso que continúa abierto hasta el día de hoy.

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Estos episodios desencadenaron en la sociedad norteamericana una profunda histeria colectiva. Productos de una industria cultural en alza como libros, películas, revistas y programas de TV se atrevieron a estudiar y a plasmar la extraña “popularidad” de estos personajes. Como antecedente histórico, el conflicto bélico en Vietnam, que se extendió hasta 1975, también impactó de manera contraproducente en la moral y la opinión pública de la ciudadanía yankee; el general sentimiento de derrota, la desconfianza hacia el prójimo a causa del miedo rojo latente durante la Guerra Fría, el desencanto con un gobierno corrupto y la imposibilidad de sostener la credibilidad ante la prensa mundial, fueron factores que devinieron luego del fracasado intercambio armamentísticos. Décadas después, el desencanto hacia la naturaleza belicosa de Estados Unidos continúa, y desde allí parece desprenderse unos de los ejes temáticos de Misántropo.

En cuanto a los paralelismos entre la obra de Szifron y el género policial, se destaca “Harry, el Sucio” (Don Siegel, 1971), una película donde Clint Eastwood interpreta a uno de sus personajes más reconocidos, un detective que “dispara primero y pregunta después“, y que se ve envuelto en una carrera contrarreloj para atrapar a Scorpio, un perturbado francotirador que asesina a personas al azar. Posteriormente, en 2007, el director David Fincher (Fight Club) tomó la historia real del Asesino del Zodiaco para realizar “Zodiac” (2007), una película que mostraba el impacto cultural que un asesino en masa puede tener en una sociedad cada vez más sumida en la frivolidad del consumo masivo.

Una de las primeras secuencias de “Harry, el sucio” (1971)

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De los Coen a Szifron: búsqueda implacable

La década de los 90 fue específicamente fructífera para las películas policiales. El devenir del género desencadenó centenares de posibilidades, nuevos arquetipos y formas de construir narrativas. En Fargo (1996), Joel y Ethan Coen se propusieron retorcer el concepto del “policial” casi al punto del absurdo. El resultado: una de las películas más importantes de la década, que les valió su primer Premio Oscar como Mejor Guion Original.

Ley y orden. Más de un aspecto vinculan a Marge Gunderson con Eleanor Falco

Podríamos decir que aunque la trama es una sola, Fargo nos cuenta tres historias, de tres personajes completamente opuestos, que serían los arquetipos para todas las películas policiales de los jóvenes realizadores. Un incompetente vendedor de autos se encuentra en aprietos financieros, y para evitar repercusiones dentro de su entorno familiar decide contratar a dos criminales poco confiables para montar el secuestro de su esposa y cobrar el dinero del rescate. Sin embargo, las cosas no salen como esperaba y los resultados son desastrosos. Entra en escena uno de los personajes más entrañables de los Coen, Marge Gunderson (interpretada por Frances McDormand, en el rol que le valió su primer Oscar como Mejor Actriz). Gunderson es la jefa de la Policía de Minnesota, y comienza a investigar el caso con paciencia y tenacidad implacables. La característica de este personaje es que está embarazada, y así, durante el transcurso del film vemos como, en lugar de que esto sea un impedimento, parece ser el motor que la ayuda a avanzar en la investigación. Más allá de las escenas truculentas, el humor negro y los asesinatos bizarros, la película de los Coen denota un claro mensaje pacifista. Ante la maldad del mundo, Marge Gunderson aparece como una respuesta lógica y necesaria: si existe el mal debe de existir el bien. Marge lucha por un mundo mejor para su hijo no nacido, y está dispuesta a arriesgar su vida para alcanzar su objetivo.

Tenacidad, persistencia e instinto son también las características de Eleanor Falco, protagonista de Misántropo. Desde un principio entendemos que la joven agente policial navega las calles de Baltimore en busca de propósito. La joven protagonista es el resultado de una construcción dramática entre la actriz Shailene Woodley y el director/guionista Damián Szifron, en un claro intento de personificar la idea del “valor humano”, es decir, el diálogo generacional entre los protagonistas de la película, donde Falco aparece como un personaje dañado, problemático y menospreciado por los hombres que manejan la institución policial, pero aún así ella es la única capaz de avanzar en la investigación del caso dada su alta intuición y una peculiar empatía hacia el asesino. Este aspecto es sin dudas uno de los más interesantes de la nueva obra de Szifron.

Crítica de Hernán Ceccato
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