Sacar animales silvestres de su ambiente natural para tenerlos en un domicilio particular es una de las principales amenazas que enfrentan muchas especies.
El tráfico ilegal de especies animales es el tercer negocio más lucrativo en el mercado negro del mundo. Hay personas que pagarían precios altísimos por poseer un animal exótico, y esto alimenta un negocio muy perjudicial. Afortunadamente, está en nuestras manos ayudar para erradicarlo.
Argentina es un país tanto de tránsito del tráfico de especies, como generador de mercados internos y externos para especies silvestres a servir de ‘mascotas’. Animales como el puma, ocelote, aguará guazú, tapir, monos e innumerables especies de aves y reptiles son víctimas de los traficantes.
¡Pero estas no son mascotas! Al alejarlas de sus ambientes naturales se pone en peligro toda la especie. Para poder capturar a los animales, los cazadores furtivos suelen matar a las hembras para poder capturar a sus crías, eliminando así dos generaciones de la cadena reproductiva. Además, ponen en riesgo el equilibrio de todo su ecosistema ya que cada especie cumple un rol específico dentro del mismo.
¿Cómo combatimos el mascotismo?
- No compres animales silvestres. Los únicos animales aptos para tener en un hogar de familia son los perros, los gatos, pequeños roedores como hamsters, peces y canarios.
- Si ves animales a la venta en malas condiciones, no los compres aunque te den lástima. Al pagar por ellos sólo estás incentivando esta industria, podés salvar a un animal indivudial pero estás perjudicando a toda su especie. En cambio, ocupate de realizar la denuncia correspondiente.
- Si crees conocer un lugar en el que se comercializan animales ilegalmente, hacé una denuncia a la Secretaría de Fauna según la localidad que corresponda, ya que es el único organismo oficial que puede tomar denuncias de este tipo.
- Si ya posees una mascota que crees que es ilegal, hacete responsable por ella. Lo más probable es que ya no pueda ser reinsertada en la naturaleza, por lo que es importante que averigues todo sobre sus hábitos alimenticios y de vida. Si crees que todavía puede ser reinsertada, dale aviso a la Secretaría de Fauna más cercana para que puedan asistirte.