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La economía de los kioscos en Santa Fe
Los cambios correspondientes a la quinta etapa del programa Billetera Santa Fe quedaron suspendidos momentáneamente. De esta manera, al los reintegros y días de promociones continuarán como venían funcionando hasta el momento.
En este contexto, Ricardo Mascheroni de la Cámara de Kiosqueros, valoró la implementación de la herramienta, pero solicitó la ayuda del Estado para el último eslabón de la cadena comercial.
“Hay que citarse en el momento en que se implementó la Billetera Santa Fe. Fue una gran herramienta. La Cámara de Kioscos de Santa Fe y Rosario fue una de las segundas y terceras cámaras que apostó a esta herramienta porque entendíamos que era una gran dinamizador de la economía en el comercio de cercanía o barrial. Además, es muy buena en relación a otros programas que hay en el resto del país”, consideró Mascheroni.
Ante la posibilidad de reducir los beneficios a lunes, martes y miércoles, Ricardo Mascheroni dijo: “La misma gente que dice que hay que achicar el Estado, que el Estado no puede subsidiar es el mismo que te dice ´no me corten la billetera´. Hay una esquizofrenia social de cómo el Estado debe intervenir, cuándo y a quién debe asistir”.
“Con Billetera Santa Fe vimos que se había hecho una campaña muy fuerte en las grandes superficies que fueron los grandes ganadores de esta pandemia. Ese tipo de negocios son los que más ganaron y que más apoyo del Estado tienen. Nuestro planteo es: el Estado, ¿tiene la necesidad de subsidiar a los que más ganan?”, cuestionó.
En esta línea, planteó: “Hay que empezar a segmentar: ciertos días para el comercio de cercanía, ciertos días para las grandes cadenas. La gente cuando vuelca su consumo en grandes superficies los fines de semana se produce una desertificación monetaria, es decir, plata que se va de la provincia”.
“El Estado en pandemia tuvo buenas medidas que llegaron a las organizaciones comerciales más constituidas. Hay muchos kioscos que no se le pudieron hacer el ATP, IFE o el Crédito a Tasa Cero”, recordó y continuó: “Tratamos de buscar ideas que sigan estableciendo el entramado comercial, es decir, el último eslabón que somos quienes terminamos pagando la crisis. En otras épocas, hasta la SUBE le fiábamos”.
“Esto es una cuestión de puja de distribución de los recursos que hace el Estado para ayudar a un sector al otro. Cuando uno plantea este tipo de discusión, lo acusan de comunista. La economía siempre se concentra, pero tenemos que tratar de ver cómo se asignan recursos a sectores que empiecen a consolidar la economía en los estratos más bajos. Podés hacer un entramado comercial de cercanía más saludable”, cerró.
