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¿Qué sucede en la reserva ecológica de Santa Fe durante la cuarentena?
Este sábado, la reserva ecológica ubicada en la Ciudad Universitaria, junto al Predio UNL-ATE y frente a la laguna Setúbal cumplió 22 años desde su creación, es un espacio donde se preserva la naturaleza; y el cual también permite la realización de proyectos de investigación, extensión y docencia. Incluso es un ámbito de recreación para quienes quieren estar más cerca del medioambiente santafesino.
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Cristian Walker coordinador de la reserva de parte de la fundación Hábitat y Desarrollo, dialogó en radio SOL 91.5 en el programa ambiental Hábitat Radial sobre la historia del lugar y sobre la situación de la reserva en tiempos de pandemia.
Sobre su creación en 1998 explicó “se decidió… entendiendo que la naturaleza no solo tiene que ser un lugar a proteger a del ser humano, para que el ser humano no intervenga en la naturaleza. Es una reserva enclavada en el ejido urbano en la ciudad se Santa Fe. Con esa visión entendimos que la idea era que los santafesinos se acerquen a conocer este pedacito de naturaleza tan característico que nos acerca tanto a nuestro río Paraná y a su vegetación, a su flora, a su fauna autóctona.”. Walker relató que en la reserva además de visitas escolares se realizan un gran número de actividades como visitas guiada nocturnas, salidas para avistar aves, cursos y talleres de fotografía natural, entre otras.
La reserva está cerrada actualmente debido a la cuarentena establecida en el país para evitar la propagación del coronavirus.
¿Los animales de la reserva ecológica se comportaron diferente durante el aislamiento obligatorio de las personas?
Tras la cuarentena, en muchos lugares del mundo los animales empezaron a transitar en lugares donde antes no habitaban, y la reserva no fue la excepción. Pero el experto hace la salvedad que durante este 2020 ya viene sucediendo diferentes hechos que afectan al comportamiento animal como la bajada extraordinaria del río Paraná y las quemas de islas.
“Cuando los disturbios merman, muchas especies empiezan a tener más confianza y empiezan a utilizar un poco más los espacios, incluso se pueden encontrar en los senderos.”, explicó Walker.
Los animales que se avistaron más durante este periodo son muchos, entre ellos se destacan: comadrejas, tatús bolitas, zorros, carpinchos y yacarés. Pero sin duda la sorpresa durante este periodo fue el registro de un gato montés en la reserva. “El gato montés es un felino de pequeño tamaño, pero es un depredador, es calve en el ecosistema de nuestra región por que regula la población de roedores, sobre todo roedores que pueden ser peligroso para el hombre; y empezamos a ver rastros en a la reserva”, narró el coordinador.
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Finalmente, el animal pudo ser registrados gracias a unas cámaras trampas. Ciertamente Walker no pudo asegurar que el animal apareció por el aislamiento, pero sí que facilitó su detección. ¡Escucha la nota completa!
