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Horacio Humoller – SOL 91.5
El partido
de reserva entre Quilmes y Unión quedará en la retina de todos los juveniles
tatengues de por vida. Es que en el desarrollo del juego, la barra brava del
equipo local ingresó al estadio y llevÓ a cabo un cortejo fúnebre tras la muerte del hijo de
uno de sus jefes.
La Primera se comunicó con Horacio Humoller
para que cuente sus sensaciones y el DT dijo que sabían “arrancó el segundo
tiempo y alrededor de los 10 minutos, previo al ingreso hubo un par de
disparos, entraron como más de 100 personas con el cajón y se pararon atrás del
arco donde estaba Papaleo.”
“El árbitro
siguió el partido, se generó una discusión hasta que lo frenó y luego se
retiraron. La misma gente de Quilmes abrió un portón. Estaba todo previsto.
Como se demoró y no pudo ser en el entretiempo”, aseguró el Gringo.
“Los chicos
estaban sorprendidos por la situación. No es una situación normal, no estamos
preparados. Cuando estaba en el banco y sabía lo que iba a pasar y escuché un
par de tiros y me dije ‘mira si estos locos entran a la cancha y tiran tiros al
aire’”, comentó Humoller.
“Lo único
que pensaba era en los chicos y que si pasaba fuese cuando estábamos en el
vestuario. Nadie se acercó a decir nada, ni disculpas por la situación. Donde
abrieron ese portón era gente de Quilmes”, agregó.
