Mejor conocido como “el Pistolero”, el club Gimnasia y Esgrima vive hoy en el ocaso de lo que una vez fue. Considerado en sus orígenes a la par de Colón y Unión, el club pasó de la edad de oro en los años 60, hasta la humilde actualidad, en la que sobrevive como un club de barrio más. La historia que necesitaba ser contada sobre una institución que supo ser gigante.
El club Gimnasia y Esgrima de Ciudadela nació como escisión de su homónimo de calle 4 de Enero. Cuentan los que saben, que los dirigentes de aquella época no querían afrontar los gastos que representaba el fútbol como disciplina, y la gente ligada a este deporte decidió la separación en el año 1941, mudándose a donde se encontraba el estadio y donde actualmente está la sede del club.
Además, hoy si decimos Gimnasia, también decimos Estadio Heriberto Osuna. Puede que muchos no conozcan a la edificación por su nombre, pero toda persona ligada al fútbol santafesino sabe lo que representa la monumental tribuna del estadio de Gimnasia. Curiosamente, este estadio es más viejo que el club, debido a que ya pertenecía a la institución antes de la separación. Sobre la tribuna habla el presidente, Eduardo Sadonio: “En mayo cumplió 85 años. Hay una placa que dice que el 25 de mayo se jugó el partido inaugural.” La tribuna fue distinguida por el Concejo Municipal como patrimonio cultural en el año 2012.
A la hora de charlar con los dirigentes del club no hace falta preguntar. Estamos hablando con gente entrada en años, que ha vivido buenas y malas en Gimnasia, y que tiene mucho para contar.
Ramón Ruglio, el vicepresidente, recuerda que Gimnasia fue el primer equipo invitado a competir en los torneos profesionales de AFA, antes que Colón y Unión, y que en su estadio jugó San Lorenzo, que cayó derrotado en manos del Pistolero. “En aquella época Gimnasia era uno de los clubes más importantes de Santa Fe. Algunos dicen que venía Unión, Gimnasia y Colón” recuerda también Sadonio.
Los dirigentes nombran a aquellos jugadores surgidos del club y que llegaron al profesionalismo. Además, hablan de la actualidad y de la tribuna.
Hoy el club está lejos de aquellos años de oro durante los 60 y 70. El presidente relata con un brillo en sus ojos cómo eran esos momentos: “Gimnasia llegó a tener muchísimas actividades: esgrima, ajedrez, boxeo, pesas, te hablo de unos 40 años atrás; básquet, vóley, bochas siempre tuvo, atletismo. Yo calculo que esa fue la mejor época. 3000 socios más o menos.” Actualmente la institución cuenta con unos 700 asociados, de los cuales 400 son menores que participan de las distintas disciplinas y no están insertos en la vida electoral del club. Hoy por hoy únicamente se desarrollan el fútbol, bochas, patín, hockey y natación.
“En esa época los componentes de la comisión directiva eran gente que vos lo tenías acá a los 15 miembros metidos en el club, cada uno en su actividad, no faltaba gente” recuerda Santiago Benítez, ex presidente y hoy vocal rememorando viejas épocas. Esa es hoy una de las preocupaciones dirigenciales: no hay jóvenes que quieran hacerse cargo del club en cuanto a lo institucional.
Por otra parte, Gimnasia tiene varios puntos en común con sus “primos lejanos”: Colón y Unión. Y justamente, si hay alguien que es recordado en Gimnasia y Colón es Edgar Fernández. El ex lateral izquierdo nació futbolísticamente en el Pistolero y desde allí se fue al Sabalero. Tuvo pasos por Estudiantes de La Plata y la Selección Nacional. La mejor defensa de la historia de Colón se recita de memoria: Aráoz, Villaverde, Trossero, Edgar Fernández.
“Gimnasia fue una escuela de vida para mí y para todas las generaciones de aquel momento. Te lo dicen muchachos incluso mayores que yo que han jugado en Gimnasia. El club tenía todas las disciplinas, no es que Gimnasia era fútbol” recuerda Fernández con sus 65 años.
Fernández cuenta la divertida anécdota de cuando se enteró que jugaría en Colón junto a su compañero Daniel Borgna:
Todos coinciden en que el club probó las mieles del éxito hace unos 50 años. Sin embargo, cuando amanecía el siglo XXI, una importante oportunidad se mostró para Gimnasia. El club participó del Torneo Argentino B, cuarta división del deporte nacional. Con muy buenas campañas, llegó a perder la final por el ascenso ante Unión de Mar del Plata, quien a la postre disputó la B Nacional hace un año.
El equipo perdió ese ascenso y comenzó a decaer. La debacle fue institucional y deportiva. El primer equipo descendió incluso en Liga Santafesina, donde jugó varios año en la B liguista. En 2015 logró retornar a Primera División y cobrar un importante subsidio del gobierno de la provincia después de muchos años.
“Hoy nos cuesta hasta estar en la Liga” comenta Sadonio. El presidente sostiene que se trata de un club que brinda gran contención y que la ayuda del Estado es muy poca en relación al beneficio social que se está dando.
El ídolo Edgar Fernández también ve un panorama desalentador. Si bien se desempeñó como futbolista y luego como entrenador en Gimnasia, hoy está alejado del club y le entristece que se tenga que vivir en la sombra de lo que alguna vez se fue.
Hoy quedan los recuerdos. Quedan las copas, el imponente estadio; y por más de que a veces la melancolía gane la batalla, nadie puede quitarle a una institución todo lo logrado a lo largo de los años. Puede que no sea un momento auspicioso, pero Gimnasia tiene pasta, y si alguna vez llegó a la gloria, quién dice que una futura generación no logre llevar al Pistolero al lugar donde se merece estar.
Fuentes:
Diario Uno de Santa Fe, “Gimnasia y Esgrima de Ciudadela: “Estamos acá porque queremos al club’” Publicado el domingo 21 de junio de 2015. Disponible online en:http://www.unosantafe.com.ar/gimnasia-y-esgrima-ciudadela-estamos-aca-porque-queremos-al-club-n866976
Concejo Municipal, “La tribuna de Gimnasia de Ciudadela fue declarada como patrimonio cultural. Publicado el 29 de junio de 2012. Disponible en:http://www.concejosantafe.gov.ar/noticia_La-tribuna-de-Gimnasia-de-Ciudadela-fue-declarada-como-patrimonio-cultural_970.html
Entrevistas con Eduardo Sadonio, Ramón Ruglio, Santiago Benítez y Edgar Fernández.
