Ratzinger desde su renuncia como Papa vive en la residencia pontificia estival de Castelgandolfo, ubicada a unos 30 kilómetros de Roma, donde permanecé “oculto al mundo” como él mismo lo definió.
Nota Relacionada
Comenzó el Pontificado de Francisco
“No le saquen el cuero a nadie, los quiero mucho y recen por mi”