Por Santiago Bonet
El 2022 lejos estuvo de ser un año tranquilo para las vecinas y vecinos de la provincia de Santa Fe. Los robos y hechos de inseguridad de todo tipo estuvieron a la orden del día, y con ellos heridos y muertos en situaciones violentas, tanto en la capital como en la ciudad de Rosario y toda la zona sur del territorio provincial que está al rojo vivo.
De hecho, el 2022 fue un año récord en homicidios desde el 2016 (entendiendo por estos a aquellos episodios en los que una persona causa la muerte a otra haciendo uso intencional de la violencia) ya que la provincia de Santa Fe contabilizó, hasta noviembre, un total de 371 homicidios (263 pertenecen al departamento Rosario y 63 a La Capital, que se vio a la baja en relación a otros años).
Al observar y analizar los datos brindados por el informe mensual del Observatorio de Seguridad Pública, la tendencia de los conteos generales provinciales es creciente.
Una de las preocupaciones latentes en los hechos de inseguridad es la presencia de armas de fuego en la ciudadanía. En los homicidios registrados se vio reflejada esta situación ya que 8 de cada 10 crímenes fueron empleados de esta manera, conformando así la presencia de este medio como la más alta desde el 2019. En tanto, 1 de cada 10 muertes se produjeron mediante el uso de armas blancas.
Homicidios en Santa Fe: ¿Cuántos se trataron de violencia de género?
En lo que refiere a la distribución de homicidios por género, el informe mencionado indica que 8 de cada 10 víctimas asesinadas entre enero y noviembre de 2022 fueron varones. No obstante, hasta el momento, se registraron setenta y tres víctimas mujeres, incluyendo mujeres cis, trans y travestis.
Se trata así del porcentaje de mujeres víctimas de homicidios más alto de la serie, teniendo en cuenta, además, que 18 fueron por motivo de género.
Desglosando los datos de años anteriores, se observa que el porcentaje de víctimas de violencia de género es un 24,7% más bajo que el 2020 (donde hubo 45 mujeres víctimas de homicidio y en 27 de esos se detectaron elementos de violencia de genero); mientras que en el 2021 el porcentaje de víctimas mujeres con elementos de ese tipo de violencia fue del 51,4%.
Homicidios en Santa Fe: Los jóvenes en peligro permanente
Prácticamente en la mitad (49,5%) de los homicidios registrados en la provincia de Santa Fe hubo víctimas menores a los 30 años. La franja etaria que sufrió más homicidios es la que abarca entre los 25 y 29 (19,1%), seguido por los grupos de entre 15 y 19 años y de entre 20 y 24 años (15,2% cada rango etario).
A su vez, en el informe advierten que, analizando la recopilación de los homicidios, 3 de cada 10 representan víctimas que tenían entre 25 y 34 años, similar al porcentaje entre los de 15 y 24 años de edad.
Economía ilegal y la organización criminal, el marco de los homicidios
El reporte mensual que brinda el organismo público contabiliza además los diferentes contextos en los que se produjeron los homicidios. Así, se advierte que más de la mitad de los mismos se produjeron en el marco de “economía ilegal/organización criminal“, abarcando estos a los “homicidios vinculados con mercados de producción y/o distribución de bienes o servicios que están definidos como ilegales y/o algunas de las personas involucradas (víctimas y/o supuestos/as autores/as) pertenecen a grupos más o menos estructurados y con cierta estabilidad temporal cuyas prácticas se ordenan en torno a economías ilegales“.
En total, este tipo de contexto sumado al de “conflictos interpersonales” contemplan 8 de cada 10 asesinatos durante el 2022 en la provincia de Santa Fe.
Cambios en el Ministerio de Seguridad de Santa Fe, pero la ciudadanía sigue esperando
En agosto de 2022 se produjeron diversos cambios en la cartera de Seguridad provincial. El cambio más drástico fue la salida de Jorge Lagna como titular (que era sucesor del polémico Marcelo Saín) y el reemplazo de Rubén Rimoldi. Asimismo, asumió Miguel Ángel Oliva como nuevo jefe de Policía de Santa Fe en reemplazo de Emilce Chimenti.
En el transcurso del año, desde el Ejecutivo provincial fueron claros en un tema que acarrea una discusión política: La presencia de las fuerzas federales. El gobernador Omar Perotti se refirió al petitorio en varias de las declaraciones que realizó en distintos ámbitos. Incluso, tras la asunción de Rimoldi, el mandatario pidió “que no se deje sola a la provincia de Santa Fe“.
“Los necesitamos a todos. No pueden dejarnos solos a los santafesinos. Necesitamos el pleno total acompañamiento de las Fuerzas Federales y la justicia federal“, había manifestado, algo que también volvió a reclamar hace algunas semanas.
Llegado noviembre, la polémica por la presencia de fuerzas federales arribó a la ciudad de Santa Fe: El intendente Emilio Jatón recibió al presidente Alberto Fernández y tras la misma hizo hincapié “en la no llegada de las fuerzas federales a la ciudad”, asegurando que el mandatario “no tenía conocimiento de que no habían llegado en su mayoría las fuerzas federales a la ciudad”.
De ello se hizo eco el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, quien tras dar su discurso en el Comité Latinoamericano de Seguridad Interior le respondió al intendente: “Con el intendente de Santa Fe hablé clarito, estamos haciendo trabajos que acordé yo con él. Estamos haciendo lo que acordamos. Estamos haciendo tareas que llevamos a la práctica sin complicaciones”.
Inseguridad en Santa Fe: De la sensación a la realidad
El doctor en Sociología de la Universidad de General Sarmiento e investigador del Conicet , Gabriel Kessler, sostuvo durante un debate realizado por el Programa Latinoamericano de Educación a Distancia (PLED), que “la inseguridad es siempre una sensación, pero eso no le quita realidad“.
Los cruces políticos, las polémicas y los intentos para que en la ciudad y en la provincia de Santa Fe prime la paz dan cuenta de que la sensación de inseguridad es una realidad. Los hechos ilícitos subsisten las 24 horas del día; mientras que los vecinos y vecinas buscan, pero no encuentran solución por parte del Estado, ni tampoco, con los datos en alza, una posible luz que marque el camino a mejorar.
A la espera de un nuevo año, el cuál también estará marcado por las elecciones, la situación parece no tener freno, los hechos se incrementan y lo peor: Se transforman paulatina y cotidianamente en normales.
