25.8 C
Santa Fe

Del Potro rompió el silencio y dio los motivos que lo motivan a no bajar los brazos

“Quiero volver a jugar para que Federer salude a mis viejos”, expresó en diálogo con ESPN.

Del Potro no se da por vencido y se prepara para un nuevo regreso

Juan Martín Del Potro rompió el silencio a meses de la segunda operación que se realizó en su rodilla. El tenista tandilense, a quien se lo veía entrenar a través de sus redes sociales, dio una entrevista a ESPN donde dejó en claro que volverá al circuito profesional.

Mi papá y mi mamá no me vieron nunca en vivo en un gran torneo. Me han visto jugar Copa Davis acá con mi hermana, ella sí viajó al US Open. Con este tema de la lesión de la rodilla y de la vuelta, ésto de mis viejos es algo que a mí no me deja estar tranquilo, no me deja bajar los brazos. Me hace decir ‘yo tengo que volver a jugar’ y tengo que ir con mi mamá y mi papá y decirle a Federer: ‘Roger saludá a mis viejos’”, expresó Del Potro.

Desde los comienzos mis viejos han hecho lo imposible para que yo pudiera viajar. Mi papá es veterinario, mi mamá es maestra en literatura y lengua y bueno, ellos tienen sus trabajos y yo viajaba cuando podía. Cuando ellos juntaban un poco de plata me mandaban a los torneos y había veces que no podían hacerlo”, recalcó.

Leer másEl US Open se realizará en agosto y con el formato original

Por otro lado, Del Potro recordó a su abuelo, a quien habitualmente le dedica sus victorias. “Mi abuelo era carnicero, más conocido que yo en Tandil por la carne que vendía. Él era el que siempre me pedía un poco más. Yo ganaba un torneo y él me decía ‘bueno, bien Juancito, pero ahora hay que ganarle a Federer y yo nada, le decía bueno abuelo, ya va a llegar. Se llamaba Francisco mi abuelo. En el 2015, que yo estuve muy mal de las muñecas, me motivó a seguir, me decía que no podía bajarme. Me operé, volví, y en los Juegos Olímpicos de Londres me dice: ‘Si no volvés con la medalla, no tenés la carne’. Volví con la medalla y me pidió la Copa Davis, y cuando la ganamos volví a Tandil e hicimos un asado con mi familia: nos sentamos todos en la mesa y a mi abuelo le pusimos la Copa Davis. No la quería soltar. Me dijo ‘ahora ya estoy feliz y me puedo ir en paz’ y a los pocos meses falleció. Fue algo como sentirme realizado por haberle devuelto tanto cariño que me dio de chiquito y que haya visto todo lo que soñó con su nieto, creo que fue uno de mis mejores logros, más allá del tenis”, contó.

spot_img
spot_img
Últimas noticias
Noticias relacionadas