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Cuando tu hijo se parece a tu ex

Un niño podría tener características físicas heredadas del ADN presente en los espermatozoides de una pareja anterior.

padre hijo

Cuando nace un bebé generalmente los padres, abuelos, familiares y amigos intentan encontrar el parecido con la madre, padre o alguno de los abuelos. Pero, eso muy probable no sea posible hasta que los chicos empiezan a crecer y desarrollarse. Y, ¿si tu hijo se parece a tu “ex”? Ya sé, entrás en pánico.

En algunos casos, no hay ninguna duda de quién fue la madre o el padre, la impronta genética en las características físicas de una hija o hijo son evidentes, en donde ciertos genes de uno de los progenitores tienen un efecto dominante en su expresión, por ejemplo en la cara, manos, forma de la cabeza, pies, entre tantas otras características. Este efecto físico es esperable y agradable para los padres y no generaría evidentemente ningún tipo de problema.

Ahora, hay una situación que puede ser verdaderamente dramática: tu hija o hijo se parecen a tu ex-pareja. Una situación compleja y muy difícil de manejar. Hay que imaginar este momento, en el cual una mujer le jura a su pareja que aunque el hijo se parece a su “ex”, no le fue infiel. Hasta hace unas semanas esto era imposible de explicar con palabras ni justificar científicamente aunque el término en inglés “telegony” (en español: telegonía) fue introducido en el 1800s.

La telegonía postula que habría transmisión genética (hereditaria) en la progenie (hija o hijo) de un hombre que tuvo relaciones sexuales anteriormente con la madre de esa hija/o. Para simplificarlo, el hijo/a de una pareja podría tener características físicas heredadas del ADN presente en los espermatozoides de una pareja anterior que tuvo esa mujer.

Un ejemplo cotidiando en el cual se pondría en práctica este concepto sería en la cría de perros de raza, según me informaron. Donde los criadores son muy cuidadosos para evitar características físicas inesperadas.

 Recientemente tomó fuerza con la publicación hace pocas semanas en 2014 de un estudio científico publicado en la revista Ecology Letters. De acuerdo a esta investigación realizada en moscas se comprobó la teoría de la telegonía en la cual se cruzaron inicialmente moscas hembras inmaduras con dos tipos de machos: pequeños y grandes. Cuando las hembras eran maduras las volvieron a cruzar con esos machos, y descubrieron que el tamaño del producto de la concepción (“mosca bebe”) era determinado por la anterior pareja sexual macho de la madre.

El mecanismo más aceptado sería la incorporación del ADN de millones de espermatozoides de un macho anterior en los tejidos del tracto genital femenino, y a partir de ahí tendría un impacto en el óvulo.

Por supuesto, que aunque sea un evento nuevo y sumamente interesante, es muy raro.

Y, cuidado, esto lo digo como hombre, no es mi intención que esta columna se convierta en una excusa perfecta que justifique aventuras amorosas prohibidas.

Fuente: Perfil, escrito por Jorge Dotto

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