En Sol 91.5 hablamos con el abogado penalista José Mohamad y establecimos algunas diferencias para entender cuándo se actúa bajo legítima defensa, cuáles son los límites y las condiciones que deben darse.
José Mohamad
Teniendo como referencia el caso del médico que mató al ladrón que intentó robarle, quisimos entender cuáles son las cuestiones fundamentales que el ciudadano debe comprender para diferenciar un caso de legítima defensa de uno de homicidio.
José Mohamad nos explicó que la legítima defensa es una exculpación que la ley hace sobre la persona que obra en determinadas circunstancias y cumpliendo determinados requisitos. En otras palabras, hace legal algo que básicamente es ilegal (en este caso un homicidio), siempre y cuando se cumplan algunas condiciones.
Existen 3 requisitos establecidos por la ley: la agresión ilegítima hacia la persona, el hecho de que se use un medio racional, y por último que no haya mediado una provocación por parte de aquel que estaría haciendo uso de su legítima defensa.
Por otra parte, también debe respetarse la unidad de acción. Es decir, el medio y el contexto debe ser espontáneo: si bien quien hace uso de su legítima defensa es plenamente consciente, no debe mediar una planificación excesiva. Es decir, si un individuo está siendo asaltado, tiene su arma cerca y dispara, puede tratarse de legítima defensa. En cambio, si una persona es asaltada, va hasta su casa, busca su arma, la carga, sale en persecución de los delincuentes y los mata, el caso reviste mayor gravedad y una responsabilidad penal en nuestro individuo.
Por otra parte, la emoción violenta es otra cosa. El que defiende legítimamente está plenamente consciente y la ley lo exime de responder penalmente, a diferencia del que es arrebatado por una emoción violenta tiene una alteración morbosa de sus facultades mentales que no lo dejan comprender la criminalidad del acto.
