Y así se fue Adrien Broner, bamboleando, con un guardia de cada lado hacia el vestuario, por si se tropezaba en el camino. Y así terminó Marcos Maidana: con la corona puesta, los flashes que lo encandilaban y los ansiosos micrófonos que lo rodearon.
“Es un placer muy grande ser campeón y argentino”, contó.La fuerza e intensidad de los puños del Chino destacaron en la medianoche texana. Embistió al estadounidense y no lo noqueó porque, justamente, la principal virtud de su oponente fue la resistencia.
Y no se conforma el de Margarita, es insaciable y va por más blancos a los que perforar. “Tengo golpes para todos”, apuró, envalentonado, el santafesino de 30 años, minutos después de que los jueces lo coronaran de manera unánime en las tarjetas: 115-110, 116-109 y 117-109.
Pese a que le cerró la boca a un púgil que se la pasó provocando desde la previa hasta en el mismo combate, Maidana fue mesurado en sus declaraciones. No precisó salir a cruzar a The Problem, como apodan al yanqui, tras la golpiza que le dio. “Fue una pelea dura. Broner es un buen boxeador, rápido y mañero.
En ningún momento tuve la victoria segura. Sabía que iba a ser complicado. Pero salió como tenía que salir. Me entrené mucho para esto. Sentí que mis golpes hicieron daño, pero nunca me confié”, agregó Marcos, quien agrandó su récord a 35 éxitos y tres caídas.
Además, cosechó una nueva victoria en peleas por el título mundial: en nueve intentos, festejó siete veces y perdió dos.Broner, por su parte, no puso excusas. De fanfarrón pasó a asumir la clara derrota, aunque con algunos aires de canchero. “Estoy bien. Aún sigo siendo el tres veces campeón mundial en tres pesos distintos.
Es muy simple, Maidana hizo las cosas mejor que yo, me dominó y ganó bien, ahora estoy listo para la revancha sin que tenga que esperar en el medio ninguna pelea”, expresó.La realidad del local distó mucho de lo que se esperaba. Su rico historial hacía imaginar a un peleador con mayores virtudes. Sin embargo, escaseó en recursos, escapó durante gran parte de la pelea e intentó refugiarse en el árbitro ante cada golpiza que recibía. Recién en el último round, perdido por perdido, salió a fondo, pero no le alcanzó. Ya era tarde.
El futuro tienta, sobre todo por la confianza que inyectó el triunfo en San Antonio. Buscar nuevos y grossos horizontes sería la intención de Maidana, en los que aparecen boxeadores de primera línea. A la vez, necesita celebrar este glorioso cierre de año.
“Primero quiero descansar, pasar las fiestas, tomar algo fresco y después veremos… No tendré drama en darle una revancha a Broner, aunque deberá esperar. Me gustaría pelear con Mayweather”, contó el Chino. Sí, otro más (como Maravilla Martínez en su momento) que pide a Floyd, considerado mejor boxeador libra por libra, de 36 años y dos kilos superior al argentino. Lindo desafío. De todas maneras, el próximo adversario que parece asomar es otro yanqui, Keith Thurman, vencedor también en la noche del sábado por el título interino welter AMB. Al Chino le toca ahora disfrutar, después analizar su evolución y pensar en su crecimiento. Esa zurda demoledora y ese ritmo imparable permiten que sueñe con grandes metas.
Fuente: Olé
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