Por Marcos Molina
El medioambiente es todo: Todos formamos parte del mismo
En los últimos días de diciembre del 2021 podemos ver para atrás todo lo sucedido este año todavía marcado y atravesando la pandemia del coronavirus. Podríamos repasar distintos tópicos ya que el ambiente no solo se trata de plantas y animales, sino que la palabra ambiente incluye a todos los elementos naturales y artificiales; la relación de estos elementos marcado por el accionar de la especie humana y la fuerza de la naturaleza en todas sus expresiones.
El ambivalente año de los animales
El informe Planeta Vivo del año pasado elaborado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) dejó claro que nuestra relación con los animales no es sana, y no solo por nuestra dieta sino por el importante impacto negativo que tiene la destrucción y degradación de los hábitats en busca de producción. Según dicho informe las poblaciones monitoreadas de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios han disminuido en 68% en promedio; en América Latina el resultado es aún más alarmante con una reducción en promedio del 94%. Debido principalmente a los cambios de uso del suelo para producir alimentos. Este 2021 el panorama no es mucho más alentador: si nos guiamos por la situación de cada animal -indagadas en sus días nacionales – y la de los distintos ecosistemas que habitan como por ejemplo los bosques, las islas, los océanos y los humedales.
Este año también nos encontramos con diferentes episodios de las distintas problemáticas que aquejan a los animales en nuestro país: mascotismo, tráfico ilegal de animales, destrucción de hábitat de estos seres y animales que por cambios en sus hábitats (u otros factores externos) terminan en zonas urbanas.
Afortunadamente no son todas noticias negativas: lentamente en el mundo los animales comienzan a ganar más derechos. Al igual que la creciente conciencia ambiental cada vez más personas se preocupan por estos seres; exigiendo políticas de proteccionismo o involucrándose en alguna causa “animal”. Las personas son más cuidadosas con lo que consumen no solo en materia alimentaria sino en la vestimenta –rechazando productos de origen animal- y en la de la estética; aceptando solamente productos “cruelty free” es decir sin maltrato animal.
Este 2021 no nos dejó sin antes darnos la oportunidad de conocer algunas especies de animales como el murciélago descubierto en Santa Fe: Molossus Melini o la reaparición de la nutria gigante en Argentina.
Existen grandes fundaciones y organizaciones no gubernamentales, que se han puesto al hombro distintas causas faunísticas logrando resultados positivos impresionantes como, por ejemplo: Fundación Rewilding Argentina, la cual trabaja arduamente en la reintroducción de especies al mismo tiempo que cuida las comunidades locales.
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En nuestro país el gobierno nacional y el de las distintas provincias ciertamente hacen su parte a través de sus organismos, ministerios, secretarias, áreas y planes. Apoyando directamente a ONGs o activistas. Fomentando la educación ambiental o creando áreas protegidas.
Muchos rescates animales son orquestados con fuerzas de seguridad o personal de Parques Nacionales. Y si hablamos de rescates, debemos nombrar los distintos rescates en Santa Fe. Este año existieron una gran variedad de animales socorridos, pero lo más icónicos son los de nuestro monumento natural provincial el aguará guazú. Todos los animales rescatados en Santa Fe terminan arribando a la Granja de La Esmeralda (único centro habilitado en la provincia). Allí los especialistas evalúan la situación, suministran tratamiento veterinario y realizan una cuarentena sanitaria; con el único fin de que el animal sea devuelto a la naturaleza si es apto para sobrevivir en ella o si no pone en riesgo las diversas comunidades de animales por algún virus o enfermedad humana o incluso canina.
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Si hablamos propiamente de la situación en la ciudad de Santa Fe podemos nombrar las distintas campañas de Instituto Municipal de Salud Animal (Imusa) de castración, acción clave para controlar la población de animales y por supuesto el trabajo de las distintas protectoras. En la ciudad existe una gran red de personas que se ayudan entre sí con el fin de buscar de dar en adopción o tránsito a animales sin hogar. Esta red muchas veces parece invisible, pero funciona con cada eslabón el cual es una persona queriendo ayudar a un animal.
Altas temperaturas
El calor está cada vez más insoportable. Eso dice la mayoría de la gente y según diferentes datos oficiales esta percepción es más real de lo que uno quisiera creer.
Los primeros días del año ya tuvimos temperatura record en la Antártida. Según reportaron desde la Base Esperanza, en el paralelo 63°S, el jueves 6 de febrero fue el día más caluroso desde que se tiene registro en la Antártida hubo una máxima de 18,3°, la más alta dese el récord de 1961. Este aumento de temperatura no solo se da en el aire, sino que también repercute en el agua, generando una variedad de cambios drásticos en ecosistemas usualmente fríos. No solo produce deshielo, sino que generan cambios en el fitoplancton los cuales generan un gran porcentaje de oxígeno del Planeta.
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En junio una gran ola de calor afectó a algunos países de América, según el Servicio Meteorológico Estadounidense (NWS), en el oeste de Canadá y partes de los Estados Unidos el lunes 28 hubo récords “históricos” de altas temperaturas, provocados por una ola de calor inusual que no se registra desde hace más de ochenta años. Con un pico de 47,9 grados. En Canadá incluso existió al menos 65 casos de muertes súbitas , ligadas a las altas temperaturas.
Si vamos a nuestro país la situación no es muy diferente. La tendencia global del aumento de temperatura son una realidad en Argentina también.
“La ciencia es contundente al demostrar que el cambio climático es una realidad. Es muy importante que el conocimiento científico dialogue con quienes deben diseñar políticas e implementar medidas y acciones de adaptación, mitigación y respuesta, porque las consecuencias del cambio climático ya están entre nosotros y los esfuerzos realizados hasta el momento no son suficientes”, sostuvo Celeste Saulo, Directora del Servicio Meteorológico Nacional y Vicepresidenta de la organización Meteorológica Mundial.
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Según el estudio del Clima del Servicio Meteorológico Nacional desde hace once años las temperaturas en Argentina están por encima del promedio, es más estiman que este 2021 posiblemente finalice en el 5º o 6° puesto de los años más calurosos (+0.5 °C) en Argentina desde 1961. En la Patagonia la situación es todavía más adversa; en esa región es muy probable que este año sea el más caluroso y seco desde 1961.
Por otro lado, las lluvias en general también fueron escasas generado sequias y bajantes en los cuerpos de agua.
Bajante histórica
Si hablamos de bajante o sequia no podemos dejar de nombrar el alarmante caso de la bajante histórica del Río Paraná. El río marcó 0 metros en el puerto de Santa Fe y estableció una bajante récord de los últimos 75 años. Esa crisis complicó el abastecimiento de agua potable en la población. Quizás dándonos una probada de lo que es una crisis climática. Si bien según Aguas Santafesinas S.A. el agua era apta para ser tomada su sabor salado no permitía ni siquiera hacer infusiones con la misma. Disparando el consumo de agua y bidones, solo para quienes podrían afrontar ese gasto: convirtiendo al agua en un recurso de pocos.
Nación declaró la emergencia hídrica en Santa Fe y en otras seis provincias, también se anunció fondos por 1.000 millones de pesos que se distribuirán en las zonas afectadas.
Este 2021 recordaremos las postales de la costanera casi sin agua.
Fuego y más fuego
El 2020 nos dejó muchas cosas desde la pandemia del coronavirus hasta los incendios diarios en distintos puntos del país. Lamentablemente este 2021 la pandemia continúa de la misma forma que los incendios.
Este año lo comenzamos con grandes incendios en el sur argentino y lo estamos terminando de la misma forma. Es increíble.
Miles de hectáreas quemadas con ellas árboles nativos, flora y fauna autóctona perdidos para siempre. Los afortunados animales que logran sobrevivir los “fuegos infernales” que se desatan terminan desplazados en busca de alimento o refugio en otros lugares. Generando un desequilibrio en los ecosistemas. Muchos nunca logran adaptarse, trastornan a las especies de los lugares que se refugian o peor aún terminan en zonas urbanas.
Este no es un problema netamente ambiental, no solo perdemos “verde” sino que con este verde perdemos los importantes servicios ecosistémicos: mitigación del cambio climático, regulación del clima, provisión de agua, ecoturismo, entre varios más.
Los incendios afectan la vida de las personas, directamente cuando las llamas dañan sus hogares e indirectamente por todo el daño que el humo genera en su salud. En lugares turísticos la destrucción de estas áreas tiene consecuencias directas en la economía de las poblaciones locales. Este año incluso el fuego le arrebató la vida a algunas personas, y trastornó la vida de incontables otras.
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Este 2021 como pudimos ver en los Reporte oficial por los incendios en Argentina, hubo llamas casi todos los días del año en nuestro país.
El gobierno Nacional y los provinciales ciertamente trabajan para controlar estas crisis, pero al salir corriendo tras las llamas siempre pareciera ser que siempre llegan tarde. El Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) está siendo mejorado paulatinamente a través de distintos recursos para mejorar la prevención y respuesta a la crisis. Además, este año se mejoró la situación laboral para los brigadistas, algo que debe intensificarse el próximo año.
Es difícil prever los incendios ya que solo el 5% se da forma natural y el 95 % restante son ocasionados por intervención humana. Las altas temperaturas, el clima seco, las escaseces de lluvias y los vientos son factores climáticos que aumentan los riesgos de incendios y hace que estos sean más difíciles de controlar.
En Santa Fe los incendios en las islas continuaron aumentando y con ellos aún más la vulnerabilidad y perdida de los humedales. En julio el gobierno de Santa Fe anunció la creación de la Brigada de Atención y Prevención de Emergencias, la cual está capacitada para combatir los incendios forestales; incluidos los focos en las islas.
Los incendios de pastizales ya son algo que pareciera ser que nos estamos acostumbrando, el humo en el cielo ya no pone alerta a la situación como antes. En el año hubo un total de 722 focos ígneos principalmente, en la zona del Gran Santa Fe y la Costa.
Los últimos días de diciembre también nos encontramos con focos en diferentes lugares de Santa Fe y Rosario, tristemente para todo el mundo el paisaje nebuloso que se forma por el humo de bosque nativo nos está dejando de sorprender a volverse algo casi cotidiano. Una realidad que no podemos permitir.
Para finalizar el año el Consejo Federal de Medio Ambiente (Cofema) y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, declararon la “emergencia ígnea en todo el territorio nacional” por un año. Debido al riesgo extremo de incendios de bosques y pastizales.
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Activismo ambiental
Al igual que en 2020 la población se movilizó por la crisis climática. En Santa Fe, la Universidad Nacional del Litoral está cada vez más cerca de terminar la construcción del “Aulario Común en Costanera Este”, que tiene lugar en una parte de la Reserva Ecológica de Santa Fe, o en su defecto en las inmediaciones de la misma. Frente a este problema se gestó al colectivo la Comunidad de la Naturaleza el cual nuclea ciudadanos, organizaciones, estudiantes, docentes y profesionales en defensa de la Reserva Ecológica de Santa Fe. El mismo se enfrentó pacíficamente a la UNL, señalando el “atropelló a la naturaleza que es la construcción tan cerca de un área natural”. Hoy en día, según las autoridades, la construcción tiene los documentos en regla y la obra continúa paulatinamente. Por otro lado, el colectivo socioambiental no da por terminado el tema.
La crisis climática llamó al mundo a marchar el 24 de septiembre (24S) y diferentes personas y organizaciones socioambientales se manifestaron para pedir acciones inmediatas y eficaces por parte de los gobiernos frente la crisis climática y ecológica. En nuestra ciudad la pacifica manifestación se vivió en la Plaza 25 de Mayo.
El pueblo de Chubut se organizó y le dijo No a la zonificación minera y obligó al gobierno de la provincia a dar marcha atrás con la ley que permitía dicha actividad. Si bien existieron protestas violentas, una gran parte fueron pacíficas. La indignación de la gente se había incrementado ya que el actual gobernador chubutense Mariano Arcioni había manifestado estar en contra de ese tipo de leyes.
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Este año las personas y diferentes colectivos exigieron una Ley de Humedales, una deuda de la política argentina que nos toca aún más como santafesinos al estar casi rodeados de los mismos. Si bien los políticos nuevamente no avanzaron con la ley, el constante activismos puso sobre la mesa el tema y fue incluso una pregunta recurrente para los políticos. Quizás uno de los momentos más icónicos de esta gran lucha fue la travesía por los humedales: la caravana de kayaks recorrió más de 350 kilómetros para marchar por una Ley de Humedales en Buenos Aires.
Leyes que marcan el camino
La ley de los Humedales es una gran ausencia en materia legislativa pero igual existieron distintas leyes y planes que son para celebrar.
Las políticas ambientales anunciadas en septiembre de 2020 por el gobierno Nacional hoy son una realidad.
La Ley 27.621 que implementa la Educación Ambiental Integral (EAI) en todo el país fue promulgada el 7 de junio por el presidente Alberto Fernández.
La Ley Yolanda (Ley n°27592) dicta que todas las personas que se desempeñen en la función pública deben recibir una capacitación integral en materia ambiental. Su nombre es un homenaje a la primera secretaria de Recursos Naturales y Ambiente Humano de Argentina, Yolanda Ortiz. La norma pone énfasis en el desarrollo sostenible y Cambio Climático.
El Plan Federal de Erradicación de Basurales a Cielo Abierto inició el año pasado, pero en este vimos avances en su implementación.
En marco del Plan Integral Estratégico para la Conservación y Aprovechamiento Sostenible en el Delta del Paraná (PIECAS) Nación, Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe llevan adelante los Faros de Conservación en distintas isla y reservas. Con el objetivo de monitorear la situación ambiental desplegar un plan de detección temprana, prevención y disuasión de incendios que posibilite, mediante el patrullaje aéreo, terrestre y fluvial, detectar, informar y combatir focos.
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El gobierno Nacional presentó un proyecto de ley que promueve una gestión ecológica de los envases en el país. Si bien todavía está lejos de ser ley se dio el primer paso. Y cualquier ley impulsada por el oficialismo siempre tiene más chances de hacerse realidad.
En Argentina y Santa Fe; también están mejorando paulatinamente la economía circular, las políticas de protección de fauna, la producción de energías renovables y sus distintos planes de acción ambiental para hacerle frente al Cambio Climático.
Negociaciones climáticas
“Treinta años de blá, blá, blá“, expresó Greta Thunberg en la sesión de apertura de un evento de Youth4Climate de Milán.
Y sí, el cambio climático pareciera ser un velocista y la acción climática carece de celeridad. Este es el escenario en casi todo el mundo.
La crisis climática está en los discursos de cada vez más políticos y líderes. Incluso el Papa Francisco ha hablado directamente de las consecuencias de la naturaleza y el Cambio Climatico.
En Santa Fe recientemente la municipalidad cambió su secretaria de ambiente por la de Ambiente y Cambio Climático, haciéndose eco del problema ambiental.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada en Glasgow, Escocia (COP26), culminó con un gusto a poco entre los activistas y la comunidad científica. De todas formas, existieron importantes avances en temáticas ambientales.
La cumbre fue un paso hacia adelante frente la crisis climática, pero no estuvo lejos de ser un éxito, ya que no logró los principales objetivos de la cumbre.
El acuerdo final de la COP26 no será suficiente para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados, ni para para reducir el CO2 (dióxido de carbono) en la mitad para esta década. Además, la ayuda, de 100.000 millones de dólares anuales, a los países no desarrollados por parte de los países desarrollados para adaptarse al cambio climático y sus consecuencias no fue estipulada.
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Nuestro país puso sobre la mesa el “canje de deuda por acción climática”, si bien esto abriría un abanico de posibilidades todavía es muy pronto para saber la verdadera respuesta de la comunidad mundial.
Por el momento es necesario mejorar la acción climática del país para que Argentina tenga una mejor negociación no solo en el posible canje sino en los acuerdos vinculantes de la ONU –además de que cuidar el ambiente es cuidar la salud de las personas-.
El gran desafío que tienen las sociedades es lograr un desarrollo sostenible y verdadero, articulando los problemas de la gente y la naturaleza. Se debería buscar la armonía entre la producción y el ambiente, sin que esta comprometa a todas las poblaciones futuras.