Una historia de violencia
El 3 de julio de 1989, el célebre boxeador Carlos Monzón fue condenado a once años de prisión por el asesinato de su pareja, Alicia Muñiz. Se trató de un caso que dejó una profunda marca en la sociedad argentina, marcando lo que muchas personas señalan como el “comienzo” de la concientización pública acerca del marco legal de la violencia de género. El caso es considerado como el primer hecho de femicidio mediático y público, casi 20 años antes de que esa figura legal sea reconocida en el Código Penal argentino. Monzón fue condenado por homicidio simple, ya que “en el momento del hecho la violencia de género no era considerada un agravante y la ley argentina sólo agravaba los crímenes de personas entre las que existía un vínculo matrimonial legal”.
Sin embargo, no fue un caso ajeno a la polémica. El público se encontraba dividido entre quienes consideraban que el crimen de femicidio debían comenzar a ser tratado integralmente, y quienes veían en el caso un “crimen pasional” cometido por un ídolo popular.
La causa judicial entablada alrededor del caso investigó en profundidad el vínculo entre Monzón y Muñiz, acercando a la luz evidencias de una relación turbulenta y violenta, algo que coincidía con los antecedentes domésticos del excampeón. En 1974, Monzón fue detenido luego de un violento ataque a su primera esposa, Mercedes Beatriz García. En 1976 trascendió la noticia de una pelea doméstica en una habitación de un hotel de Roma, que Monzón compartía con su pareja de ese momento, Susana Giménez. En el caso de Muñiz, durante el juicio posterior a su asesinato, se hicieron públicas las reiteradas denuncias que la actriz realizó contra Monzón, donde alegaba que este la golpeaba, humillaba y celaba.
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Los hechos
Ya en 1980, en una entrevista para la revista La Semana, Muñiz había declarado abiertamente a la prensa que planeaba romper su vínculo con Monzón. El argumento fue, justamente, la personalidad inestable y violenta del boxeador, quien le había expresado a la exvedette que la “iba a destrozar” si continuaban juntos.
A partir de ese momento la relación entre Monzón y Muñiz se vuelve ambigua, con episodios de ruptura y reconciliación, y diversos hechos de violencia física y emocional, que culminan en el crimen de 1988.
De acuerdo a lo establecido por la prensa en aquel entonces, Monzón se encontraba en incumplimiento de la cuota alimentaria para el hijo que tenía junto con Muñiz, Maximiliano Roque. En enero de 1988, en lo que se supone un intento de recomponer la relación, Monzón pide a Muñiz que viaje a Mar del Plata para ver a su hijo -quien se encontraba con su padre- y pasar un fin de semana juntos. El 13 de febrero por la mañana, periodistas daban cuenta de la llegada de Muñiz al aeropuerto de la ciudad costera. Al día siguiente, la prensa informaría el asesinato de la actriz uruguaya.
Monzón alquilaba un chalet en calle Pedro Zanni 1567, del barrio La Florida. Posteriormente se supo que, en el momento del hecho, el hijo de la pareja se encontraba en la misma habitación donde ocurrió el asesinato. Alicia Muñiz falleció el 14 de febrero de 1988, minutos antes de las 6 de la mañana, luego de ser arrojada por el balcón por Monzón. Posteriormente, en declaraciones a la policía, el excampeón indicó que golpeó, estranguló y finalmente arrojó a Muñiz del balcón, luego de una fuerte discusión entre ambos.
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El cuerpo de Muñiz fue sometido a dos autopsias. En la primera se estableció que “presentaba fracturas múltiples de cráneo, una lesión en el codo derecho y una notable fractura de la rótula izquierda”. Con el segundo procedimiento se pudo saber que Muñiz se encontraba en estado agónico cuando cayó del balcón del primer piso del chalet, “con fractura del cartílago tiroides y del hueso hioides; al golpear contra el suelo sufrió un estallido de cráneo”.
El juicio
El 26 de junio de 1989 comenzó el juicio contra Carlos Monzón en la ciudad de Mar del Plata. La prensa señaló la particularidad de que varias personas que prestaron declaración se contradecían entre sí. Sin embargo, el testimonio de Rafael Crisanto Báez resultó clave. El hombre que se encontraba recorriendo el barrio en el momento del hecho realizando tareas de cartonero, señaló que “Monzón tomó a Alicia del cuello y luego, cuando ella se desmayó, la arrojó desde el balcón ‘como una bolsa de papas’, se cambió el pantalón por un pijama y “se arrojó encima de ella”.
El 3 de julio de 1989, Monzón fue condenado a once años de prisión, acusado de haber asesinado a Alicia Muñiz. Primeramente, el boxeador cumplió parte de su condena en la cárcel de Batán, para luego ser transferido a un penal de Santa Fe. Carlos Monzón murió en un accidente automovilístico durante una de sus salidas transitorias en 1995.
