El celebrado guionista, dibujante y editor Dante Quinterno fue el creador de personajes que marcaron un hito en la historieta argentina. Patoruzú, Isidoro Cañones y Don Fierro son algunos de sus personajes más reconocidos. En 1942 produjo y dirigió “Upa en Apuros”, el primer dibujo animado a color de Argentina.
Nacido en Buenos Aires el 26 de octubre de 1909, Dante Quinterno dedicó la mayor parte de su vida profesional a la escritura y al dibujo de historietas. Fue además un dedicado editor de revistas y publicaciones especializadas. Por su historia familiar llegó también a trabajar como productor agropecuario.
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En la década de los 40 trabajó junto al director Tito Davison, quien encargó a Quinterno la redacción del libreto para el corto animado “Upa en Apuros” (1942). Se trató de la primera producción animada argentina completamente a color. Aunque la idea original era realizar un largometraje, las condiciones de producción de la época demandaron que el proyecto se convierta en un corto de 15 minutos. En “Upa en Apuros” aparecen por primera vez varios de los personajes tradicionales de Quinternos: Patoruzú, Isidoro Cañones, Patoruzito, Don Fierro y Pepín Cascarón, entre otros.
Patoruzú, el último de los Tehuelches
Prácticamente todos los personajes e historias que creó Quinterno estaban vinculados con aspectos de la historia argentina. Su creación más influyente fue el cacique Patoruzú, el último de los tehuelches. Originalmente pensado como un personaje secundario, el éxito suscitado por su presencia generó el impulso necesario para que en poco tiempo se creara su propia historieta, que a su vez daría origen a la revista homónima, uno de los grandes hitos del humor gráfico en Argentina.
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Uno de los atributos principales de Patoruzú era su fuerza sobrehumana, un detalle que data de la historia de la conquista española, quienes en su momento veían a los Tehuelches como gigantes dotados de fuerza prodigiosa. Las aventuras del cacique se extenderían durante casi cuarenta años. Patoruzú se convirtió en uno de los principales iconos de la cultura popular argentina. Asimismo, muchos críticos e historiadores lo catalogan como un antecedente de los superhéroes nacionales nacidos a fines de la década de los 30.
La creación de Quinterno no fue ajena a la polémica. Sus historias expresaban sentimientos fuertemente nacionalistas y más de un personaje, generalmente los extranjeros, se presentaban como seres racistas y problemáticos. Incluso, durante mucho tiempo se sostuvo que la obra de Quinterno estaba en línea con los ideales de los gobiernos militares: la dictadura argentina (1976-1983) llegó a tomar a Patoruzú como una mascota representante de la patria.
Sin embargo, en los últimos años se ha reivindicado la obra de Quinterno. Hasta el día de hoy sus historias se reeditan, se publican y son leídas por cientos de lectores de todo el país y el mundo. Su trabajo como guionista y dibujante está considerado como una gran influencia en las obras de diversas generaciones de autores posteriores que definieron la historia del comic argentino.
