Ambos duelos encarnan pequeñas historias deportivas y humanas; el Peque se fue ovacionado hasta por su rival y el tandilense buscará vencer al N°1 del mundo.
Habrá dos gigantes que harán despertar más temprano de lo normal para un sábado a los amantes del buen tenis. Protagonistas de encarnizados duelos desde los tiempos de juveniles. Y lo más fresco, esos dos tremendos partidos en la final de los Juegos Olímpicos de Río y en la semifinal de la Copa Davis. Andy Murray y Juan Martín del Potro constituyen un duelo Premium para una tercera rueda, aproximadamente a las 8 de nuestro país. Consecuencia directa de la dualidad que encarna el argentino: tener mucho menos ranking de lo que su realidad representa cuando ajusta su tenis.
Como N° 1 del mundo, Murray afronta un nuevo desafío de todos los que marcan su carrera. Ya nadie le reclamará la gloria en el All England y quizás hasta no le reprochen ser escocés a la hora de las derrotas, pero en estos tiempos en los que manda en el ranking y observa de reojo el renacer de las leyendas Federer y Nadal, triunfar en polvo cuando su nivel dista de ser el ideal es una búsqueda que lo moviliza. “Va a ser un partido muy duro. Él está jugando muy bien desde que volvió de su última lesión. Su ranking no tiene nada que ver”, dijo el británico, que lidera el historial por 6-3 (1-1 en canchas lentas).
Para Del Potro, en su regreso a París tras cinco años, un duelo de esos que le gustan. Queda por ver el tema físico, tras el problema de aductor que lo aquejó ante Nicolás Almagro, previo a la lesión del español. Evadió decir quién es mejor sobre polvo, aunque dejó en claro que para ambos no es el piso favorito. Claro que la capacidad de Murray para jugar puntos largos puede marcar una tendencia. Y si como sostiene, en esta etapa le gusta ir sorprendiéndose con lo que hace, ganarle al 1 en polvo lo impactará gratamente. A lo grande.
Fuente: La Nación
