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Causa Góngora: Condenaron a las dos acusadas por la apropiación ilegal de José Luis Maulín Pratto 

El tribunal impuso penas de 8 y 6 años de prisión para las imputadas, las cuales permanecerán en libertad hasta que la condena esté firme. Además, ordenó restituir la identidad a la víctima que durante 32 años vivió bajo un nombre falso.

jose maulin pratto

El Tribunal Oral Federal de Santa Fe condenó hoy a la pena de 8 años de prisión a Cecilia Ramona Góngora, por el robo y apropiación de un bebé recién nacido en la ciudad de Reconquista durante la última dictadura militar. La sentencia alcanzó a la médica Elsa Gladys Nasatsky, que recibió 6 años de cárcel por haber asistido a la madre biológica durante el parto y haber fraguado el certificado de nacido vivo, que permitió la inscripción del bebé en el Registro Civil de Reconquista bajo un nombre falso.

La sentencia fue leída este mediodía por el presidente del tribunal, José María Escobar Cello, quien junto con los vocales María Ivón Vella y Luciano Homero Lauría fallaron de manera unánime condenando a las dos mujeres. La única disidencia parcial la planteó el Dr. Lauría, que pidió el inmediato encarcelamiento de las imputadas Góngora y Nasatsky, contra el criterio de sus pares que optaron mantener el estado de libertad en el que llegaron al juicio hasta tanto la condena quede firme.

A diferencia de la gran mayoría de casos, el presente tiene la particularidad de que la víctima -José Luis Maulín Pratto- pudo reencontrarse, tanto con su padre -Rubén Maulín- como con su madre -Luisa Pratto-, los cuales sobrevivieron al golpe militar. Los tres declararon durante el juicio oral que comenzó el 26 de junio pasado y que tuvo como únicas imputadas a las dos mujeres: Góngora y Nasatsky.

En su resolución el tribunal rechazó sendos planteos de los abogados de la defensa, el defensor Público Oficial, Fernando Sánchez, por Góngora; y el Dr. Roberto Büsser, por Nasatsky, los cuales habían solicitado la prescripción de los delitos reprochados. La solicitud fue desechada por enmarcarse los cargos dentro de lo que se conoce como “delitos de lesa humanidad”.

Por otra parte, los jueces ordenaron al Registro Civil de la ciudad de Reconquista que efectúe las correcciones correspondientes que acrediten la verdadera identidad de quien hasta la fecha cuenta con documentación a nombre de José Luis Segretín, nombre con el cual lo inscribió Góngora y su esposo Luis Ángel Segretín.

El cambio había sido solicitado por el fiscal General Martín Suárez Faisal y por los abogados querellantes Lucila Puyol y Guillermo Munné, quienes representaron a Rubén Maulín -padre biológico- durante el proceso. Estos últimos -Puyol y Munné- también reclamaron que se investigue la actuación de autoridades judiciales de Vera y Reconquista, convocados por familiares del bebé sustraído para su recuperación. En ese sentido el tribunal decidió “dar intervención al Ministerio Público de la Acusación conforme lo solicitado por la querella por la posible comisión de ilícito por parte de funcionarios y de magistrados de la provincia de Santa Fe, de la ciudad de Vera y Reconquista”.

En cuanto a las penas alcanzadas por el TOF de Santa Fe, Góngora fue considerada “como autora de los delitos de retención y ocultamiento de un menor de 10 años de edad previamente sustraído; falsificación ideológica de documento público y adulteración del estado civil de un menor de 10 años de edad; en concurso ideal”.

Nasatsky en cambio fue absuelta por el delito de “retención y ocultamiento” y condenada “como autora y partícipe necesaria del delito de falsificación ideológica de documento público y alteración del estado civil de un menor de diez años en concurso ideal”.

Las penas de 8 y 6 años de prisión escogidas están por debajo de los planteos acusatorios. El fiscal Suárez Faisal había reclamado 10 años de cárcel para ambas; mientras que la querella elevó el monto de años en 15 para cada una.

Una larga espera

El 11 de noviembre de 2008 las hermanas Pratto -Griselda y Luisa-, declararon en la causa Sambuelli, en Reconquista y contaron una historia que dio origen al juicio que ahora llegó a su fin. Luisa estaba embarazada de 7 meses y medio cuando el 26 de marzo de 1977 fue conducida al Sanatorio Reconquista para dar a luz.

Su nombre no quedó registrado en ninguna parte. En su lugar figuró el de una impostora, Cecilia Góngora, quien a través de Margarita Shoesting, tía de Pratto, se ofreció a ayudarla con el bebé. Había pasado un año del golpe de Estado y la dictadura militar se adueñaba de las vidas de toda una generación de jóvenes, pero también de los recién nacidos.

A las 10.30 de ese 26 de marzo de 1977 nació un varón que iba a llamarse Mario, pero fue inscripto con el nombre de José Luis Segretín; hoy un hombre de 39 años que ganó la pelea por su identidad.

La médica obstetra que colaboró en el parto fue Elsa Gladys Nasatsky. Ella confeccionó de puño y letra el certificado de nacido vivo, con los datos apócrifos. Al día siguiente, Góngora y su esposo Luis Ángel Segretín, retiraron al bebé del sanatorio y lo alejaron de sus padres durante 32 años, que fue cuando José Luis Maulín Pratto tuvo la certeza -el 15 de mayo de 2009- mediante una prueba de ADN que era hijo biológico de Luisa Pratto y Rubén Maulín.

 

“Recuperar mi identidad”

José Luis salió conmovido de la sala de audiencias en la que el tribunal leyó la sentencia. Enfrentó a la prensa y dijo: “Lo mío era recuperar mi identidad” y “poder llevar a cabo de una vez por toda el trámite para recuperarla”.

“Creo que el tribunal ha trabajado de manera muy prolija, lo que costó fue llegar, la vigilia de 8 años es más angustiante para mí que los 8 años de condena que le pueden caber, pero lo mío era esto, recuperar mi identidad y la de mis hijos y caminar tranquilo como quien realmente soy”.

José Luis Maulín Pratto – SOL 91.5

Guillermo Munne (abogado querellante) – SOL 91.5

Fuente: El Litoral

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